
A las dos de la madrugada en punto se apaga todo de golpe en la cuadra. El lamento de un cubano genera eco entre las calles del barrio habanero de Miramar: «¡Ya la quitaron!». La corriente volvió poco antes de las siete, ya con el sol asomándose.
La Habana, durante muchos años ajena o tímidamente tocada por la crónica crisis eléctrica, se ha comenzado a acostumbrar a apagones diarios cada vez más largos. Y de madrugada.
Aunque la situación de la capital es mucho mejor que la de las provincias -con más de 20 horas de apagón- el incremento de los cortes en la ciudad -que pasó de las cuatro a las ocho horas actuales- refleja cómo la crisis energética ha arreciado en el peor momento del año: el verano (por el uso de aires acondicionados y ventiladores, que incrementan la demanda).
Ya en la mañana, en una bodega (tienda estatal con productos subvencionados) del municipio capitalino de Playa, media docena de personas habla sobre el ‘elefante en la habitación’. «¿A ti a qué hora te la quitaron?»; ¿También te la quitaron en la madrugada?»; «¿Dormiste algo?».

Falta de combustible
El Gobierno cubano avisó desde mayo que el país tendría que prepararse para un verano difícil ante las «situaciones críticas» del sistema eléctrico.
En aquella ocasión, la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) indicó que el promedio de cortes ese mes ascendió a las 18 horas diarias.
El Ejecutivo ha reiterado históricamente que los problemas en su red eléctrica se deben -en gran medida- a las sanciones estadounidenses, ya que imposibilita la importación de materiales para reparar sus viejas plantas de generación -de la época soviética- y del combustible para echarlas a andar.
Las autoridades explicaron que esta nueva crisis se originó por la caída en las importaciones de combustible de los países proveedores tradicionales: Venezuela, México y Rusia.
Sin embargo, distintos expertos independientes han argumentado que se trata de un problema «estructural» así como de muchos años de infrafinanciación.
El analista del Instituto de Energía de la Universidad de Texas Jorge Piñón, especializado en la situación de la isla, explicó a EFE la semana pasada que «no existe una solución a corto plazo».
«La única solución es la recapitalización total de su matriz energética”, remarcó Piñón.
Distintos cálculos independientes estiman que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) precisa de inversiones de entre 8 y 10 mil millones de dólares estadounidenses.
La crítica situación provocó que el sábado se registrara una afectación récord de 1.977 megavatios (MW) con una producción de apenas 1.693 MW. Eso provocó apagones simultáneos en el 55 % del país durante la tarde-noche, el horario de mayor consumo.
La afectación del sábado, al menos en términos porcentuales, se acercó al récord histórico alcanzado en febrero: 57 %.

Energía solar
En medio de la crisis, el Gobierno ha redoblado en una estrategia a largo plazo, que se basa en las centrales termoeléctricas existentes -que consumen principalmente crudo nacional-, la ampliación del gas y la instalación de parques solares con una potencia instalada total de unos 2.000 megavatios (MW).
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, consideró que el plan para levantar 92 parques solares es «una de las obras más importantes de los últimos años» en el país caribeño.
Los expertos, sin embargo, han matizado las expectativas gubernamentales sobre la posible aportación de la energía solar al SEN.
Los analistas han recordado que la instalación de los parques fotovoltaicos no contempla colocar baterías de almacenamiento. Esto limitaría su aportación en momentos en los que no haya sol (como en las noches, cuando se incrementa el consumo), en días de lluvias o en la temporada ciclónica.
En ese sentido, Piñón calificó la apuesta como un acierto pero «un parche» al final de cuentas.
EFE