Después de suspender las licencias a las empresas internacionales que tuvieron que salir de Venezuela para el mes de junio, el gobierno de Trump dio una vuelta de carnero el dia 24 de julio, según anuncio el Wall Street Journal, al permitir el regreso de Chevron.
La Licencia General 41B, que vencía el 3 de abril, fue extendida el día 5 de mayo por la administración Trump hasta el 27 de mayo de 2025, cuando la petrolera debía liquidar sus operaciones.
Después de la toma de decisión del gobierno norteamericano, el director ejecutivo de Chevron, Mike Wirth expresó desacuerdo con la salida de la petrolera por el cese de Licencia General 41B. Cuando el 27 de mayo, da esta declaración que ocurre en medio de negociaciones que sostenían para continuar con las operaciones.
La justificación de la Chevron, en palabras de Mr. Wirth es que la salida de Chevron crearía «un vacío que las empresas chinas y rusas podrían llenar». “Hemos visto este mismo método anteriormente en África, en América Latina y en Asia Central. Y China ha creado una presencia y una influencia más fuerte […] mediante el uso de sus activos económicos y su posición para hacerlo», aseguró el directivo de Chevrón. Continua: «Somos la única empresa estadounidense que permanece sobre el terreno venezolano […] si nos fuéramos, como han hecho otros, la producción de petróleo continuará y las empresas de EEUU serán sustituidas por empresas de otros países, e históricamente han sido empresas chinas, rusas y otras que no son necesariamente del interés de EEUU ver en nuestro hemisferio».
Dentro del proceso de cabildeo el día 8 de mayo ya la periodista Laura Loomer calificada por Wikipedia como “una norteamericana de extrema derecha, activista política, promotora de teorías de la conspiración y personalidad de internet” sostuvo que: “Porque le daríamos a la China la mano de mando y permitirles tener entonces el control de las reservas petroleras venezolanas cuando podemos utilizarlas en nuestro beneficio y negociar un acuerdo con Venezuela para acceder a repatriar inmigrantes ilegales y ganar el control sobre el petróleo venezolano con estipulaciones estrictas que el presidente Trump y su enviado especial Ric Grenell pueden implementar.”
En la contienda sobre el trato del gobierno norteamericano con el gobierno de Maduro existen en Estados Unidos dos bloques enfrentados.
Uno liderado por el canciller norteamericano Marco Rubio, apodado “la línea dura”, y apoyado por los políticos republicanos cubanos (Giménez, Salazar, Diaz Ballard) y el senador Rick Scott, ex gobernador de la Florida, quien declaro 27 de mayo: “ni un dólar más para Maduro”. Este grupo cuenta con el apoyo, en Venezuela, de María Corina Machado que se ha declarado a favor de la suspensión de las licencias argumentando que: “ese dinero iba a los bolsillos de los corruptos” y no llegaba al pueblo. Este grupo se anotó la primera victoria, que resulto pírrica, el 5 de mayo, con la suspensión de las licencias.
El segundo grupo, liderado por la Chevron, cuenta con el apoyo del movimiento American First liderado por el enviado especial de Trump, Rick Grennel y John McNamara, jefe de la Oficina Externa de los Estados Unidos para Venezuela, radicado en Bogotá, quien reiteró el 23 de julio de 2025 que el Gobierno de Donald Trump mantiene la intención de apoyar la “democracia” en Venezuela. Sin embargo, aclaró que la idea de Trump no es «un cambio de Gobierno».
El cambio abrupto de dirección del gobierno, Trump respecto a la Chevron, es una derrota para la línea dura de Rubio/Machado y una victoria para Chevron /Maduro, que están alineados.
La pregunta es que le conviene más a los demócratas venezolanos. La línea dura liderada por Rubio respecto a Cuba, Nicaragua y Venezuela no tiene nada de original y ha fracasado en cuanto a lograr el cambio de régimen en Cuba durante los últimos 66 años. La de “America First” ni siquiera se plantea el cambio de régimen. Business as usual.
Conclusión: No hay nada que esperar de los norteamericanos, el problema es nuestro.
Gerardo lucas. Economista e Historiador. https:gerardolucas@wordpress.com