Los más de 4 millones de empleos directos e indirectos que generan la mayoría de las empresas privadas venezolanas son una muestra clara de su importancia como principal garante del trabajo formal en el país. El salario percibido por los trabajadores constituye la base fundamental para el sostenimiento de sus familias y el motor que impulsa el consumo interno, fortaleciendo así la dinámica económica nacional.
Las empresas desempeñan un papel decisivo en la vida del país. No solo producen, distribuyen y comercializan los bienes y servicios necesarios para cubrir las necesidades de los ciudadanos, sino que también mantienen el empleo y los salarios, contribuyendo de manera directa al desarrollo social y económico. Su presencia activa permite articular productividad con bienestar, generando estabilidad en un contexto de grandes desafíos.
Al analizar el impacto de la actividad empresarial privada en las comunidades, se observa una diferencia significativa en la calidad de vida respecto a aquellas donde la actividad económica privada es mínima o inexistente. Allí donde las empresas están presentes, no solo generan empleo, sino que también apoyan el sostenimiento de iniciativas deportivas, educativas y comunitarias, reforzando el tejido social en su entorno inmediato. A su vez, los gremios empresariales, conformados por estas compañías, se convierten en voceros permanentes en la solicitud de mejoras prioritarias en materia de servicios públicos y en la atención de otras necesidades ciudadanas.
Es evidente que las empresas privadas activas cumplen un rol esencial en el sostenimiento del empleo y en la construcción de soluciones sociales y económicas que permiten mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Su permanencia y fortalecimiento representan una garantía de progreso y estabilidad para la nación.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.
