La madre venezolana, Keyla Márquez, confesó en una entrevista con Telemundo cómo fueron los instantes de terror que sufrió el pasado viernes 13 de junio, cuando su expareja le dio 28 puñaladas frente a sus tres hijos en una calle de Utah, Estados Unidos.
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«Empecé a correr y yo decía: ¡Auxilio, ayúdenme, ayúdenme!, pero nunca solté mi celular y siempre estuve en la llamada al 911», recordó la mujer, quien fue importunada por el sujeto, pese a que ya tenía una orden de alejamiento.
«Él me agarró, me haló por los cabellos y por un brazo y me buscaba, me dio, me apuñaló por todos los lugares, por todas partes, lo que buscaba era darme en las zonas letales como en los pulmones, la espalda, la cara, me quería destruir la cara», relató Keyla, quien fue atacada de forma fulminante frente a la mirada de otros transeúntes.
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«Papá, ya, por favor, ya déjala», y él le responde: ‘Ya la voy a dejar’, pero aún él sentía que yo iba a quedar viva. Y me dio la última puñalada, me empiezo a debilitar y empiezo a perder la respiración y es cuando caigo al suelo», agregó la víctima.
Previamente, el agresor había roto la ventana del vehículo de Keyla y decidió perseguirla por las calles.
«Cuando me ve que ya estoy sangrando, dijo: ‘La maté’, por eso me soltó», dijo la joven.
Ahora, la víctima teme que su ex pueda salir de prisión a través de algún tipo de medida cautelar y ponga en riesgo nuevamente su integridad personal o la de sus hijos.
«Yo de verdad deseo que nunca salga de ahí, porque yo sé que él me va a venir a hacer algo y yo temo por mi vida, claro que temo por mi vida, por la vida de mis hijos, por cómo me dejó. Es difícil a veces no poder dormir, no poder ver un cuchillo o estar con el trauma de que no puedo estar sola porque siento que van a venir a atacarme o a matarme», expresó Keyla con angustia.
