Dormir mal puede ser una señal de que tu cuerpo está en “modo alerta” por culpa del estrés, y ni siquiera lo sabes.
Por: Ok diario
La forma en la que duermes podría estar revelando más de lo que imaginas sobre tu salud mental y física.
Según la doctora Sara Marín, médica y divulgadora en redes sociales, dormir boca abajo, cambiar de postura constantemente o apretar los puños mientras duermes, no son simples manías nocturnas: podrían ser un reflejo claro de que tu cuerpo está bajo altos niveles de cortisol, la famosa hormona del estrés.
¿Eres de los que duerme boca abajo con el cuello torcido? Esto no solo puede causarte contracturas, sino que podría estar revelando que tu cuerpo nunca llega a relajarse por completo, ni siquiera mientras duermes.
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La doctora Marín lo resume así: “El cuerpo habla mientras dormimos, y muchas veces lo hace a gritos”.
Otros signos de estrés nocturno incluyen: Dormir en posición fetal muy encogido. Apretar la mandíbula o los puños. Cambiar de postura varias veces durante la noche. Despertar cansado, contracturado o con sensación de no haber descansado.
¿Qué tiene que ver el cortisol con todo esto?
El cortisol es una hormona necesaria para nuestra supervivencia. Nos activa por la mañana y nos ayuda a reaccionar ante emergencias. Pero si sus niveles se mantienen elevados por la noche, impide que entremos en las fases profundas del sueño, las que realmente restauran cuerpo y mente.
Esto puede llevar a un ciclo vicioso de cansancio, ansiedad y mal descanso, que incluso afecta al sistema inmune y hormonal.
Tu cuerpo podría estar intentando decirte algo importante, y entender esas señales puede ser el primer paso hacia un descanso más reparador y una salud más equilibrada.
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