
Tras su objetivo esencial que consiste en proteger a la seguridad nacional de los Estados Unidos, Donald Trump ejecuta un meditado plan de acción que transformó a la dictadura de Nicolás Maduro en un blanco móvil.
Por Infobae
En este contexto, la administración republicana tiene previsto anunciar más sanciones financieras contra socios clave de Maduro y designar como organización terrorista a la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM).
Estas medidas contra Maduro son definidas por Marco Rubio -secretario de Estado- y Scott Bessent -secretario del Tesoro-, y se anunciarían durante la Asamblea General de la ONU que sesionará en pocos días.
Asimismo, en su objetivo geopolítico de aislar al régimen caribeño, Trump decidió condicionar su presencia en la Cumbre de las Americas a la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
República Dominicana organiza la Cumbre en Punta Cana, y su intención es que haya asistencia perfecta. Está convocada para principios de diciembre de 2025.
Cuando le tocó el turno a Joe Biden, pese a la presión constante de Argentina, México y Uruguay, el presidente demócrata excluyó a Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega del Foro regional que deliberó en Los Ángeles.
Ahora, la Casa Blanca transmitió al presidente dominicano Luis Abinader que la participación de Trump depende de la ausencia explícita de los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La OEA siempre colabora en la organización de la Cumbre de las América, y esta semana organizó una reunión para analizar la agenda del foro regional.
En este cónclave multilateral se plantearía la exigencia de Estados Unidos, que es compartida por Argentina, Paraguay, Ecuador y El Salvador.
Brasil, Colombia, México, Chile y Uruguay están en las antípodas: pretenden que Trump y Maduro se encuentren en el Caribe.
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