El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca la complicidad de uno de sus mayores aliados políticos en América Latina para impulsar su plan contra la inmigración. Este jueves el republicano mantuvo una llamada, la primera de la que la Casa Blanca informa oficialmente desde la investidura del pasado lunes, con su homólogo de El Salvador. La conversación con Nayib Bukele, el popular mandatario que acorraló a las maras a costa de un profundo deterioro de las libertades, las garantías democráticas y el Estado de derecho en el país centroamericano, giró en torno a las fórmulas de cooperación “para detener inmigración ilegal” y “las medidas enérgicas contra las pandillas transnacionales como el Tren de Aragua”. Trump elogió “el liderazgo” del político y alabó su “ejemplo” en la región. Su colaboración resulta clave para frenar los flujos de migrantes a su paso por el triángulo norte de Centroamérica.
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