
El inicio de la semana comenzó con una fuerte disrupción en el sistema aéreo de Estados Unidos, donde más de 3.700 vuelos fueron reportados como retrasados hasta las 2:10 p.m. (EDT) de este lunes, según datos de FlightAware, una plataforma especializada en el monitoreo de vuelos en tiempo real.
Por Infobae
Los principales aeropuertos afectados fueron Atlanta Hartsfield-Jackson, Dallas-Fort Worth, Chicago O’Hare y Denver, todos registrando demoras en cifras de tres dígitos, lo que evidencia el alcance del impacto meteorológico en la infraestructura aérea.
En la costa este, el Aeropuerto Logan de Boston opera bajo un programa de demoras en tierra debido a “techo bajo”, un fenómeno causado por nubes densas a baja altitud.
Esta condición ha afectado a más de una cuarta parte de los vuelos entrantes, con retrasos promedio de 88 minutos por operación, de acuerdo con los reportes de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Según el informe diario de tráfico aéreo de la FAA, citado por Forbes, se anticipan más demoras por condiciones meteorológicas adversas en terminales clave como Nueva York (JFK, LGA, EWR), Filadelfia, Washington D.C., San Francisco, Los Ángeles y San Diego. La presencia de nubes bajas en estos puntos compromete la visibilidad y obliga a reducir la frecuencia de despegues y aterrizajes.
Tormentas eléctricas agravan el panorama
Además de la baja visibilidad, las tormentas eléctricas se perfilan como el mayor riesgo para el tráfico aéreo de esta semana. El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advierte sobre el potencial desarrollo de tormentas severas que podrían abarcar desde Luisiana hasta el oeste de Nueva York, incluyendo áreas de los Apalaches centrales.
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