
Kenny Pérez estaba sentado nerviosamente afuera de un tribunal de inmigración en Manhattan mientras su futuro estaba en manos de un juez adentro.
Por Newsday
Pérez, de 41 años, dijo que huyó de Venezuela hace 18 meses para escapar de la persecución política del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Partidarios armados del régimen de Maduro lo secuestraron, le pusieron una capucha y lo llevaron en motocicleta a un lugar remoto, donde lo golpearon tan brutalmente que lo enviaron al hospital, según relató.
Si el juez aprueba su solicitud de asilo político, podría quedarse en Estados Unidos de forma permanente y tal vez traer a sus hijos a Queens, donde ha estado viviendo con familiares.
Si perdía, podría ser arrestado en el acto y enviado de regreso a Venezuela, donde calculaba que pasaría años en prisión, o algo peor.
«Tengo miedo», afirmó en español, tanto por la decisión del juez como por lo que le pueda esperar en su tierra natal.
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