Un grupo de países compradores de petróleo y gas venezolanos se verán afectados económicamente por el arancel de 25 % que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el 24 de marzo.
“Cualquier país que compre petróleo y/o gas de Venezuela será obligado a pagar un arancel de 25 % a los Estados Unidos sobre cualquier comercio que hagan con nuestro país”, indicó Trump desde la plataforma Truth Social.
Este arancel impactaría especialmente a países como China, que mantiene negocios con ambas naciones. Precisamente el gobierno de ese país criticó la medida y acusó a EE UU de interferir en los asuntos internos de Venezuela.
Países a los que le afectaría este arancel
China: es el mayor comprador de petróleo venezolano y uno de los socios del gobierno de Nicolás Maduro con mayor músculo financiero. En 2023, China fue el destino del 68 % de las exportaciones petroleras.
El país asiático ha negociado el petróleo venezolano como parte de pago a la deuda que adquirió el gobierno de Maduro con esa nación. Datos recientes indican que la producción de petróleo venezolana llegó en febrero a los 934.465 barriles diarios (b/d), de los cuales, China adquirió más de 500.000 b/d y Estados Unidos 239.000 b/d.
India: de acuerdo con datos del Departamento de Comercio indio, la India es uno de los principales compradores de petróleo venezolano, con una importación de 22 millones de barriles en 2024.
Esta nación asiática ha tenido un acelerado crecimiento en su economía, por lo que requiere un suministro energético importante y la adquisición de petróleo venezolano es parte de ese plan de desarrollo.
España: aunque la compra de petróleo venezolano por parte de España no se compara con la de China o India, el país europeo tiene una importante dependencia del petróleo proveniente de América para su demanda energética.
España le compra 70 mil barriles de petróleo diarios a Venezuela, pero la imposición de este arancel hace que el costo de este hidrocarburo se eleve para las finanzas del gobierno español. Esta medida podría forzar a España a comprar el petróleo restante a Brasil e incluso a EE UU.
Singapur, Malasia, Vietnam y República Dominicana son otros países que compran petróleo a Venezuela y podrían tener inconvenientes en sus relaciones comerciales con EE UU. No obstante, ninguno de estos países representa más del 1 % de las exportaciones de petróleo venezolano.
Las implicaciones del arancel
La medida de Trump comenzará a tener vigencia el 2 de abril, día que el mandatario estadounidense bautizó como el “día de la liberación de EE UU”, porque en esa fecha se impondrá una serie de aranceles a sus socios comerciales.
Esto implica que los países que adquieran petróleo y gas a Venezuela deberán pagar un impuesto de 25 % por cualquier producto de exportación enviado a EE UU.
El comunicado del gobierno de Trump no detalla si habrá posibles excepciones para los envíos de petróleo venezolano en proceso para el momento del anuncio.
El riesgo comercial que representa mantener estas transacciones con Venezuela podría obligar a varios países a buscar otros proveedores de hidrocarburos. Esto afectaría en gran medida los ingresos del Estado venezolano, ya que actualmente el petróleo es el principal producto de exportación.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en 2024 la actividad económica de Venezuela registró una expansión de 3,9 %. Más de 70 % de ese incremento se debió al aumento de la producción petrolera en ese año.
“Cifrada durante el año 2024 en 12,3 % y explicada en buena medida por el aporte de Chevron”, detalló el OVF en uno de sus reportes anuales.
Ventaja comercial de EE UU
Estados Unidos también figura entre los principales compradores de petróleo venezolano, por lo que, al ser el país que impone el arancel, tendrá una ventaja comercial por encima de los otros socios de Venezuela.
Al reducirse la demanda global del petróleo venezolano, Estados Unidos tendría la posibilidad de negociar este rubro a un costo más bajo con el gobierno de Nicolás Maduro.
De acuerdo con el diario The New York Times, esta medida también es una alternativa a las sanciones como medio de presión política contra la Administración de Maduro.
“La estrategia podría ayudar a Estados Unidos a evitar imponer sanciones financieras a bancos extranjeros que podrían amenazar la estabilidad financiera”, indicó el medio neoyorquino.
Esto significa que en lugar de impedir hacer negocios con EE UU a las empresas o gobierno que compren petróleo a Venezuela, solo deberán pagar una especie de multa para mantener ambas relaciones comerciales.
¿Cuál es el argumento de Trump para imponer el arancel?
A diferencia de las sanciones impuestas en ocasiones anteriores, el arancel secundario de Trump no responde a posibles violaciones de derechos humanos ni crímenes de lesa humanidad por parte de funcionarios vinculados con el gobierno de Maduro.
Trump argumentó en su comunicado que el arancel responde a que el Estado venezolano habría enviado “de forma encubierta, a propósito y de manera engañosa, a decenas de miles de delincuentes de alto nivel y de otro tipo, muchos de los cuales son asesinos y personas de naturaleza muy violenta” hacia EE UU.
Esta es parte de una serie de medidas que ha implementado la Administración de Donald Trump en relación con la migración venezolana y la supuesta presencia de miembros de la banda criminal Tren de Aragua en territorio estadounidense.
Una de las primeras órdenes de Trump al respecto fue la de declarar al Tren de Aragua como organización terrorista y la aplicación de la Ley Contra Enemigos Extranjeros para el procesamiento de los presuntos miembros de la organización criminal.
Posteriormente, el mandatario estadounidense tomó acciones más drásticas que impactaron en la migración venezolana como la inhabilitación de la aplicación CBP One para solicitar asilo en ese país, la revocación del parole humanitario y del Estatuto de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos.
El 10 de febrero llegaron a Venezuela los dos primeros vuelos de migrantes venezolanos deportados desde EE UU al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
Envío de supuestos miembros del Tren de Aragua a El Salvador y nuevas deportaciones
El debate sobre la severidad de las medidas de Trump contra la migración venezolana se reavivó el 16 de marzo, cuando el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, confirmó el envío de 238 venezolanos desde EE UU para ser encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en territorio salvadoreño.
Este traslado se dio luego de que el 15 de marzo, el gobierno de Donald Trump invocara la Ley de Enemigos Extranjeros para agilizar la detención y deportación de presuntos miembros de la banda criminal. Horas más tarde, un juez federal bloqueó esta medida, pese a esto, los arrestados fueron llevados a El Salvador.
Este suceso despertó fuertes críticas de gobiernos y organizaciones, pero también de presuntos familiares que alegaron que varias de las personas detenidas no tienen relación con el Tren de Aragua ni tienen antecedentes penales.
Tras la revocación de la licencia de la petrolera estadounidense Chevron para operar en Venezuela, Maduro informó el 9 de marzo que esta situación comprometió los vuelos de deportación.
El 13 de marzo, el gobierno de Maduro anunció que retomaron las operaciones para repatriar a los venezolanos desde Estados Unidos.
“Venezuela informa que (…) ha llegado a un acuerdo con el enviado especial Richard Grenell para repatriar hermanos venezolanos que se encuentran en los Estados Unidos”, aseguró el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
Finalmente, el lunes 24 de marzo llegó un vuelo desde Honduras en el que viajaron 199 deportados venezolanos desde Estados Unidos. Hasta la fecha ha habido cuatro vuelos con migrantes deportados desde ese país norteamericano.
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