La operación policial lanzada el martes 28 de octubre en Río de Janeiro, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, dejó 132 muertos, entre ellos 4 agentes, informó este miércoles 29 de octubre a EFE la Defensoría Pública regional.
Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres, según un comunicado.

Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista”.
Por otra parte, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, dijo este miércoles 29 de octubre durante una rueda de prensa que, por ahora, le constan 58 muertos, aunque reconoció que la cifra “seguro” cambiará.
Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la Penha, a la vista de los vecinos, como pudo comprobar EFE.

El gobierno regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron ultimados tras “reaccionar” a las acciones de los agentes.
Violencia nunca antes vista
En una rueda de prensa con el gobernador del estado de Río, Cláudio Castro, las autoridades informaron que en el transcurso del operativo los enfrentamientos se intensificaron y los supuestos criminales utilizaron barricadas incendiarias para bloquear las vías y hasta drones con explosivos contra los agentes.
Castro aseguró que Río estuvo “completamente solo en esta guerra” y afirmó que “debería haber existido una mayor integración con las fuerzas federales”, señalando de forma indirecta al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, respondió en una rueda de prensa que el Ejecutivo central no recibió ningún pedido para esta operación y que “la seguridad es responsabilidad de los gobernadores”.
Lewandowski lamentó la violencia del operativo, subrayó que el combate al crimen debe hacerse “con planificación e inteligencia” y mencionó que el gobierno de Lula propuso una reforma para coordinar fuerzas federales, regionales y municipales, la cual está en análisis en el Congreso.
Caos en la ciudad
El operativo, aún en curso en la tarde de este martes, provocó caos en distintos puntos de Río, donde se reportaron bloqueos con autobuses, vehículos y escombros en algunas de las principales vías de la ciudad, como la conocida como ‘Línea Amarilla’.
Las consecuencias no solo se sintieron en la zona norte de Río, donde unos 200.000 residentes fueron afectados además por el cierre de medio centenar de escuelas, la suspensión de servicios en centros de salud y desvíos en líneas de autobuses.
Las universidades Federal y Estadual de Río de Janeiro suspendieron las clases y al final de la tarde muchos residentes tuvieron dificultades para regresar a sus hogares.

Origen del Comando Vermelho
El Comando Vermelho (Comando Rojo) es una de las organizaciones criminales más antiguas y poderosas de Brasil.
Surgió en la década de 1970 en una prisión de Ilha Grande, en Río de Janeiro, durante la dictadura militar brasileña (1964-1985).
En la cárcel, presos comunes fueron recluidos junto a guerrilleros de izquierda y disidentes políticos, lo que fomentó una alianza para protegerse de la brutalidad de los guardias y la violencia interna.
Inicialmente, el grupo se formó como una milicia de autodefensa llamada Falange Vermelha, influenciada por ideales de justicia social de izquierda, pero pronto evolucionó hacia una estructura criminal más organizada.

Las autoridades penitenciarias transfirieron líderes a diversas prisiones en un intento por desmantelarlo, sin pensar que esa acción ayudaría a expandir su influencia por todo el sistema carcelario brasileño.
Con el tiempo, el Comando Vermelho se consolidó como una facción dominante en el tráfico de drogas, controlando gran parte del comercio de cocaína en Río y expandiéndose a regiones como Amazonas y Mato Grosso.
Además del narcotráfico y el contrabando de armas, el CV también se dedica a la extorsión, secuestros, préstamos usureros y el robo de camiones blindados.
Este contenido incluye información suministrada por la Agencia EFE. Editado, verificado y contextualizado por el equipo editorial de El Diario. Conoce nuestra política sobre el uso de contenidos de EFE aquí.
La entrada Subió a 132 la cifra de muertos tras la operación policial más letal de la historia de Río de Janeiro se publicó primero en El Diario.

