El 30 de marzo, Virginia Giuffre compartió una foto en su página de Instagram, que la mostraba magullada y ensangrentada después de un accidente automovilístico afuera de su casa en Australia.
Por The Times
«Me dieron cuatro días de vida», escribió sobre su pronóstico. «Estoy lista para irme».
Para el mundo exterior, parecía ser la última de una serie de tragedias que le sucedieron a Virginia, quien había acusado a Jeffrey Epstein de traficarla sexualmente con sus amigos de alto perfil, incluido el príncipe Andrés.
Pero su familia entendió la publicación por lo que era: una súplica desesperada y final de ayuda.
Tres semanas después, el 25 de abril, Virginia se quitó la vida, sola en un rancho en una zona remota al norte de Perth, a los 41 años.
La familia de Virginia apenas dijo nada en los meses siguientes, a pesar de las especulaciones mediáticas y las teorías conspirativas que circulaban: que ella había inventado el accidente, que su muerte había sido ordenada por personas influyentes que intentaban silenciarla. Ahora, sus familiares han decidido hablar en su primera entrevista, para honrar lo que, según ellos, fueron sus últimos deseos.
«Su muerte fue un final terrible para esta historia, pero hay una gran parte que nunca llegó a contar», dijo a The Times Amanda Roberts, la esposa del hermano menor de Virginia, Sky Roberts.
Esa historia es una de abuso por parte de quienes, como Epstein, la traficaron y explotaron. Pero también es la historia de una amarga batalla con la persona más cercana a ella: su esposo de 22 años y padre de sus tres hijos, Robert Giuffre.
Amanda, usando un apodo para Virginia, dijo: “Jenna puede haber librado batallas con algunos de los hombres más poderosos del mundo, como Epstein y el príncipe Andrés, pero lo que la gente no entendió fue que [en sus últimos días] la batalla más dura de su vida fue en casa”.
Por primera vez, la familia de Virginia comparte un diario que ella mantuvo desde principios de este año, en el que comparte sus recuerdos de su matrimonio mientras se desmoronaba, así como fotos, mensajes de texto y presentaciones legales, en los que alega que Robert era violento, abusivo y «emocional y físicamente controlador».
Virginia afirmó en su diario que el comportamiento de su esposo empeoró a medida que ella se convirtió en el rostro de la campaña para llevar a Epstein y a otros ante la justicia. «Cuanto más fuerte me volvía, más aterrador me parecía», escribió, acusándolo de intentar impedirle «defender a las víctimas de la trata» y, en los últimos meses, supuestamente impedirle ver a sus hijos.
“Lo que hay que saber de Jenna es que nunca le tuvo miedo a ninguna de estas personas”, dijo Sky. “Estaba lista para seguir adelante con su vida, pero quería que esa vida fuera con sus hijos”.
Al ser contactado para solicitarle comentarios, el abogado de Robert afirmó que «el fallecimiento de la esposa de Robert Giuffre y madre de sus hijos es trágico». Sin embargo, su abogado no pudo comentar sobre las acusaciones específicas de abuso debido a que los procedimientos se estaban llevando a cabo en los tribunales de Australia Occidental.
Lea más en The Times
