
Irán reiteró su apoyo al movimiento chií libanés Hezbollah, su principal aliado antiisraelí, después de que la organización rechazara un plan presentado por el Gobierno del Líbano para su desarme.
“Cualquier decisión sobre este asunto dependerá, en última instancia, de Hezbollah. Nosotros lo apoyamos desde la distancia, pero no intervenimos en sus decisiones”, aseguró el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, en una entrevista con la televisión estatal a última hora del miércoles.
Araqchí destacó la capacidad de las armas de Hizbulá en la confrontación con Israel, y dijo que la parte israelí considera que, tras los golpes que sufrió el grupo libanés el año pasado, “se ha presentado una oportunidad propicia para implementar este plan y desarmarlo”.
Las declaraciones se producen en un contexto de creciente presión interna en Líbano para limitar el poder militar de Hizbulá, en medio de esfuerzos internacionales por desescalar las tensiones en la frontera con Israel.
El Consejo de Ministros del Líbano encargó el martes al Ejército que prepare un plan para desarmar a Hizbulá en un plazo de cinco meses, y reiteró el derecho libanés a la autodefensa ante cualquier ataque.
Sin embargo, Hizbulá se ha negado a entregar las armas y denunció en un comunicado que la decisión del Gobierno de desarmarlo fue resultado de los “dictados” de Estados Unidos.
El movimiento chií libanés advirtió que el anuncio, por parte del Gobierno, dejará al país expuesto ante Israel sin ninguna forma de “disuasión”.
Hizbulá conforma, junto con Hamás palestino, los hutíes de Yemen y varias milicias iraquíes, la coalición antiisraelí llamada ‘Eje de la Resistencia’, comandada por Irán. EFE