El primer revés en los planes del presidente Donald Trump para transformar por completo las leyes migratorias del país no se ha hecho esperar. Este jueves, un juez federal de Seattle ha bloqueado temporalmente la orden ejecutiva de Trump para poner fin a la ciudadanía por nacimiento, en respuesta a una demanda interpuesta por cuatro Estados. Por otro lado, el nuevo presidente de EE UU ha participado en el foro de Davos este jueves, desde donde ha pedido a los países de la OTAN que eleven su gasto en Defensa al 5% del PIB, una subida fortísima desde el objetivo actual del 2%, que algunos países —entre ellos España e Italia— todavía no cumplen. Se trata de una posición de extrema relevancia en el devenir de las relaciones entre EE UU y Europa y de la seguridad en el continente europeo. Es de la primera intervención internacional de Trump desde que tomó posesión por segunda vez como presidente de Estados Unidos. “Si no fabricas tus productos en Estados Unidos, tendrás aranceles”, ha dicho tras prometer bajos impuestos para inversores y fabricantes que sí trabajen en su país. Además, ha trascendido que el presidente estadounidense baraja enviar hasta 10.000 soldados a la frontera con México, según informan este jueves varios medios estadounidenses que han tenido acceso a un documento interno de la administración estadounidense. Las medidas forman parte del programa antiinmigración que ha puesto en marcha nada más llegar a la Casa Blanca, que incluye también la declaración del estado de emergencia en torno a la frontera para permitir el envío de soldados. El Congreso ha aprobado la primera legislación no ejecutiva de la era Trump, la ley Laken Riley, también referida a la inmigración y que ya solo necesita la firma del presidente.
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