
El fútbol femenino vivió un momento histórico con el fichaje de la delantera Olivia Smith por el Arsenal, actuales campeonas de la Champions League.
Se trata del primer fichaje de 1 millón de libras, es decir, unos 1.350.000 dólares, en la historia del fútbol femenino.
Aunque el Liverpool había rechazado numerosas ofertas por la atacante canadiense, esta vez la propuesta resultó demasiado tentadora para ser rechazada.
El récord mundial hasta ahora habían sido las 900.000 libras (US$1.218.000) que pagó en enero el Chelsea para incorporar a la defensora estadounidense Naomi Girma, procedente del San Diego Wave, de California.
«Es un privilegio y un honor fichar por el Arsenal», declaró Smith.
«Mi sueño es competir por los títulos más importantes aquí en Inglaterra y en Europa, y estoy entusiasmada por empezar y contribuir a hacerlo aquí con el Arsenal».
Emma Sanders, reportera senior de noticias de fútbol femenino de BBC Sport, indica que la cifra ofrecida por Smith se destaca ampliamente porque «demuestra la disposición de los clubes a invertir en mujeres futbolistas».
«Se les está poniendo valor a ellas como jugadoras».
Una brecha profunda
La primera que se pagó un millón de libras por un futbolista masculino fue con el fichaje de Trevor Francis por el Nottingham Forest hace 46 años.
Desde entonces la cifra ha ido aumentando considerablemente hasta que en verano de 2017 el Paris Saint-Germain cerró los dos fichajes más caros de la historia del fútbol masculino.
El club francés invirtió 260 millones de dólares en Neymar, quien militaba en el Barcelona, antes de fichar a Kylian Mbappé, del Mónaco, inicialmente cedido, en un traspaso de más de 220 millones de dólares.
Aunque la diferencia es astronómica en comparación con las transferencias pagadas por mujeres futbolistas, el traspaso de la delantera canadiense simboliza el rápido crecimiento del fútbol femenino en los últimos años y el alto nivel de inversión que se requiere ahora para ser competitivo.
«Es una cifra de referencia», le dijo el experto en finanzas del fútbol Kieran Maguire.
«Es una cantidad con la que se hace una declaración. Creo que es fantástica para el fútbol femenino».
Sanders señala que tradicionalmente las futbolistas solo recibían contratos a corto plazo en la WSL.
«Lo que significaba que la gran mayoría de jugadoras estaban disponibles para transferencias gratuitas al vencimiento de sus contratos de uno o dos años».
Las transferencias de dinero entre clubes en el fútbol femenino, explica la periodista, han tardado un tiempo.
«Pero ahora es cada vez más común, aunque todavía existe una brecha significativa entre la actividad financiera en el fútbol masculino y en el femenino».
«Normalmente son los clubes de élite (Chelsea, Arsenal y Manchester City en la WSL) los que más dinero gastan, pero los equipos de menor nivel empiezan a beneficiarse a medida que sus jugadoras estrellas se van por cantidades que los clubes pueden reinvertir en instalaciones y presupuestos para las jugadoras».
Sanders plantea que el dinero que recibirá el Liverpool por la venta de Smith representará un porcentaje considerable de su presupuesto para los próximos mercados de fichajes.
«En comparación, en el fútbol masculino, los jugadores suelen cambiar de club por más de 50 millones de libras (67 millones de dólares) debido a la inflación de los mercados, junto con el aumento constante de los salarios».
Sin embargo, noticias como la del fichaje de Smith reflejan que el fútbol femenino como negocio tiene potencial de crecimiento.
«El Arsenal ha sido líder en el fútbol femenino, invirtiendo en infraestructura y recursos para aumentar su afición y convertirse en uno de los clubes con mayor apoyo del mundo».
En mayo, sus jugadoras se coronaron campeonas de la Liga de Campeones, tras vencer al FC Barcelona.
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