Mientras Ovidio y Joaquín Guzmán López enfrentan procesos judiciales en Estados Unidos, e Iván Archivaldo junto a Jesús Alfredo Guzmán Salazar disputan la guerra intestina del Cártel de Sinaloa, un miembro de la familia ha optado por mantenerse lejos del crimen organizado: César Guzmán Salazar, uno de los hijos menos conocidos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Por infobae.com
Sin antecedentes penales, sin vínculos documentados con el narcotráfico y fuera del radar de agencias internacionales, este personaje representa una excepción en una familia marcada por la violencia, el tráfico de drogas y la persecución judicial.
Mientras sus hermanos se disputan poder, defienden su libertad o buscan reducir condenas, se dice que César ha logrado construir una vida empresarial discreta, al margen del legado criminal de su padre.
Un camino empresarial lejos del Cártel de Sinaloa
De acuerdo con lo poco que se ha podido documentar de este personaje, César Guzmán Salazar nació del primer matrimonio de El Chapo con María Alejandrina Salazar Hernández, a quien conoció antes de fundar el Cártel de Sinaloa junto a Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
De esta unión también nacieron Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar.
En 2009, César Guzmán incursionó en el sector inmobiliario con la empresa JDOBLECG Construcciones, S.A. de C.V., registrada en Zapopan, Jalisco, de la que fue socio con el 80% de las acciones, según reveló El Universal en una investigación publicada en 2019.
La empresa operó legalmente hasta su cierre en 2012, sin que existieran indicios de actividades ilícitas ni investigaciones abiertas en su contra.

Más adelante, César se asoció con su hermana Alejandrina Gisselle en la compañía Gissell Artículos Escolares y de Oficina, S.A. de C.V., fundada originalmente en 1990 por familiares maternos. En el año 2000, ambos hermanos quedaron como socios al 50%.
Además, Alejandrina impulsó proyectos en los sectores farmacéutico y de servicios médicos, entre ellos Cegival, S.A. de C.V., dedicada a la comercialización de medicamentos, recolección de células madre y distribución de prótesis, empresa que cerró en 2012.
En todos estos negocios, César Guzmán Salazar ha mantenido un perfil bajo y nunca ha sido mencionado en ninguna de las investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) ni del Departamento del Tesoro, la DEA o cualquier otra institución de Estados Unidos.
En el Registro Nacional de Profesionistas existen al menos tres registros a nombre de personas llamadas César Guzmán Salazar o con nombres similares, todos con cédulas profesionales válidas y expedidas entre 2006 y 2023.
Uno de ellos corresponde a un licenciado en Administración Financiera egresado de la Universidad del Norte; otro, a un maestro en Administración con acentuación en Finanzas Internacionales por la Universidad Regiomontana; y un tercero, a un ingeniero en Gestión Empresarial del Instituto Tecnológico de Durango.
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