
Ozzy Osbourne, precursor y referente del heavy metal desde su Inglaterra natal, murió este martes a los 76 años, y una de sus historias más impactantes la reveló él mismo. En 1989, en tiempos de adicción al alcohol, intentó estrangular a su esposa y mánager, Sharon.
Por: Clarín
«Si bebes como yo, puedes estar seguro de una de estas tres cosas: la muerte, con suerte, la locura o la cárcel», supo decir el británico, quien a pesar de aquel episodio no perdió de su lado a la madre de sus hijos, Kelly y Jack.
En otra ocasión, sobre su dependencia de las bebidas alcohólicas expresó: «Solía perder el conocimiento con frecuencia».
Kelly, su hija, que por entonces era una bebé recién nacida, fue testigo sin saberlo de tal vez el hecho más violento que la familia atravesaría, más allá de las fantasías que circularon a lo largo de décadas sobre el «Príncipe de la tinieblas».
Ozzy, a la hora de dar detalles sobre aquella agresión, también confesó: «Mi mayor miedo era despertar en una celda y que una anciana le dijera a un policía que yo era el tipo que atropelló al marido o el que golpeó a su hijo con un hacha».
Puedes leer la nota completa en Clarín