
El próximo 1 de julio, Santiago Schnell (Caracas, 1972) se convertirá en el rector de Dartmouth College, una universidad que forma parte de la Ivy League, el exclusivo grupo en el que también se encuentran Harvard, Brown, Yale, y otras instituciones educativas de élite. El venezolano se despedirá en los próximos días de su cargo como decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Notre Dame para asumir el mayor desafío que ha tenido en su carrera profesional, la que inició con sus estudios de biología en la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, y posteriormente continuó con un doctorado en biología matemática en la Universidad de Oxford.
Por El País
“La función de un rector es igual a la de un jardinero: garantizar que cada miembro de la comunidad universitaria cuente con los recursos y el entorno necesarios para florecer”, dice en entrevista telefónica con EL PAÍS.
Schnell llegó a Estados Unidos hace 20 años como profesor adjunto de informática en la Universidad de Indiana. “Estaba muy contento en Oxford, pero la verdad es que no pagan muy bien. La reputación es tu mayor retribución allí. Las mejores universidades de Europa son muy limitadas en recursos económicos. Si quieres jugar en las grandes ligas de la investigación, tienes que venir a Estados Unidos”, afirma. En 2008, se movió a la Universidad de Michigan, en la que terminó siendo jefe del departamento de Fisiología Molecular e Integrativa, que llegó a ser considerado el mejor del mundo durante su gestión.
Como científico, ha sido reconocido internacionalmente por su trabajo en la comprensión de las enzimas, las diminutas moléculas que impulsan la química de la vida. Es miembro de la Academia Estadounidense de Ciencias y Letras, nombrado Líder Emergente en Salud y Medicina por la Academia Nacional de Medicina, y recibió el Premio Arthur Winfree. También ha logrado la recaudación de cientos de millones de dólares para la investigación académica.
Pregunta. ¿Cómo recibió este nombramiento que le da entrada a la élite universitaria estadounidense?
Respuesta. Jamás me imaginé que una Ivy me iba a reclutar porque son universidades muy exclusivas, muy elitistas. Lo último que te imaginas es que alguien te va a tomar seriamente cuando vienes de una banana republic, como muchas veces te ven. Yo adoro Venezuela, la formación que me dio fue excelente, pero cuando me fui a Oxford, me di cuenta que era tan inteligente como ellos o más, pero con grandes lagunas de conocimiento. Me tomó mucho tiempo ponerme al nivel de los mejores del mundo. Las Ivy solo contratan a un rector o decano que no proviene de la universidad bajo circunstancias muy excepcionales. Yo seré el segundo rector de Dartmouth que no es exalumno en sus más de 250 años de operación. Este es quizás el boleto de lotería más grande que me he ganado.
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