La Copa Mundial de Clubes 2025 ya está aquí, y vaya que ha llegado con todo. La FIFA, con Gianni Infantino a la cabeza, ha transformado este torneo en un evento gigantesco, pasando de siete equipos a 32, y lo ha llevado a Estados Unidos para un mes de fútbol sin pausa. La idea es coronar al mejor club del mundo, algo que suena épico, pero que también despierta dudas.
¿Será este el torneo que cambie el fútbol de clubes para siempre? Los primeros partidos ya nos dan pistas de lo que viene, con sorpresas, críticas y mucho por analizar. Además, para los seguidores que quieran estar más cerca de la acción, el codigo promocional stake ofrece la posibilidad de participar en promociones especiales que celebran la grandeza de este evento global.
La cancha se abre al mundo
Una de las grandes virtudes de este Mundial de Clubes es que, por fin, el fútbol de clubes se siente global. 12 equipos de Europa, seis de Suramérica, cuatro de Asia, cuatro de África, cuatro de Concacaf y uno de Oceanía, más el anfitrión, componen un mosaico de estilos y culturas.
Equipos como Mamelodi Sundowns de Suráfrica o Auckland City de Nueva Zelanda ahora enfrentan a gigantes como Bayern Múnich o PSG. Esto no solo da visibilidad a clubes menos conocidos, también permite a jugadores de estas regiones mostrar su talento en un escenario mundial.
Esta diversidad podría ayudar a crecer el deporte en lugares donde el fútbol no es rey, algo que muchos celebramos con entusiasmo.
Ciudades que se visten de fútbol
Organizar un torneo de esta magnitud no es fácil, pero la FIFA ha optado por un modelo policéntrico que reparte la acción en 12 estadios de 11 ciudades estadounidenses. Esto reduce los costos de construir estadios nuevos y aprovecha la infraestructura existente, algo que muchos aplauden para evitar los famosos “elefantes blancos”.
Cada ciudad, desde Miami hasta Seattle, recibe un impulso económico con turismo, comercio y transporte. Parece que este enfoque también genera un orgullo local, con comunidades que se suman a la fiesta del fútbol.
Sin embargo, los fanáticos en redes sociales ya comentan que este modelo da una sensación de torneo “desparramado”, como si faltara un centro que unifique la experiencia.
Jugadores al borde del abismo
Ahora viene el lado oscuro. El bienestar de los jugadores está en el ojo del huracán. El calendario ya está saturado con ligas, copas continentales y partidos de selecciones, y añadir un torneo de un mes no ayuda.
Fifpro y las ligas europeas han alzado la voz, exigiendo descansos obligatorios de cuatro semanas y un reentrenamiento adecuado. Jugadores como Phil Foden han hablado del agotamiento, y las lesiones en menores de 21 años han crecido un 187 % en cuatro años.
Viajar por Estados Unidos, con cambios de clima y zonas horarias, suma más presión. Por lo tanto, muchos fanáticos, incluidos los venezolanos, nos preguntamos si la FIFA está poniendo el dinero por encima de la salud de los futbolistas, algo que podría costar caro a largo plazo.
Aficionados que no llenan las gradas
La respuesta de los hinchas ha sido un dolor de cabeza. Las entradas arrancaron caras, entre 100 y 200 dólares para la fase de grupos, y hasta 349 para el partido inaugural. Esto frenó la venta, y la FIFA tuvo que bajar precios, ofreciendo incluso boletos a 20 dólares.
Aún así, partidos como Chelsea contra LAFC tuvieron gradas casi vacías, con reportes de estadios “desolados”. Los horarios en días laborales no ayudan, y en redes los fans estadounidenses dicen que otro torneo grande satura su interés.
De hecho, la FIFA batalló para cerrar un acuerdo de transmisión, y aunque DAZN salvó el día, la indiferencia de otras cadenas muestra que el torneo no ha convencido del todo. Esto preocupa, porque sin hinchas, el espectáculo pierde alma.
Ligas que sienten el golpe
El Mundial de Clubes también sacude el ecosistema del fútbol. Las ligas nacionales, sobre todo en Europa, temen que el enorme fondo de premios desbalancee la competencia. Clubes como Liverpool o Barcelona, que no clasificaron por los criterios de la FIFA, podrían perder terreno financiero frente a los que sí participan.
Esto molesta a muchos aficionados, quienes sienten que sus equipos favoritos quedan fuera de la fiesta. Además, el torneo podría restarle importancia a competiciones tradicionales como la Champions League.
Un futuro con más preguntas que respuestas
El Mundial de Clubes 2025 es una apuesta audaz que ya está dando de qué hablar. Sus primeros días muestran un torneo lleno de potencial, con equipos de todo el mundo y un impacto económico que promete.
Pero los problemas no son pequeños: jugadores agotados, gradas vacías y ligas preocupadas dibujan un panorama complejo. La FIFA tiene un reto enorme por delante, y los próximos partidos dirán si este torneo será un golazo o un autogol. Por ahora, seguimos pegados a la pantalla, esperando que el fútbol sea el que gane.
La entrada Pros y contras de la nueva estructura del Mundial de Clubes 2025 tras partidos jugados se publicó primero en El Diario.