
Una escena insólita y preocupante se vivió en el George M. Steinbrenner Field, cuando el lanzador de los Miami Marlins en las Grandes Ligas, Ryan Weathers, fue golpeado en la cabeza por un tiro de su propio receptor, Nick Fortes, antes de iniciar el primer inning contra los Tampa Bay Rays.
Por La Opinión
Todo ocurrió durante los ejercicios de calentamiento. Weathers acababa de lanzar su último pitcheo previo al comienzo del juego, cuando Fortes, siguiendo el protocolo defensivo, lanzó la pelota hacia la segunda base.
El problema: el zurdo aún estaba parado frente al montículo, completamente desprevenido. El impacto directo en la cabeza lo dejó tendido en el suelo por varios segundos, mientras el estadio quedaba en silencio.
Siguió lanzando… por poco tiempo
El cuerpo médico ingresó rápidamente al campo y, tras una breve evaluación, Weathers decidió continuar. Lanzó el primer inning sin problemas, utilizando apenas ocho envíos. Sin embargo, tras completar tres entradas y un total de 57 lanzamientos, fue retirado por precaución. Su recta, habitualmente en los 95-96 mph, se mantuvo en los bajos 90, lo que encendió las alarmas.
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