
El escape de diez reclusos de una cárcel en Nueva Orleans ha desatado una investigación de las autoridades para conocer a todas las personas involucradas en la fuga. Desde el pasado miércoles, Sterling Williams, un trabajador de mantenimiento del centro, se ha visto en el centro de la controversia después de ser acusado de colaborar en la fuga al cerrar el suministro de agua de un inodoro, sin saber aparentemente que esto facilitaría la evasión de los internos.
Por Infobae
El abogado de Williams, Michael Kennedy, ha señalado que su cliente fue manipulado en el transcurso de sus labores habituales. Kennedy explicó que Williams respondió a un llamado para reparar un inodoro desbordante, sin ningún conocimiento previo de que estaba participando en un plan de escape. Kennedy afirmó que Williams fue utilizado como un “instrumento” sin su consentimiento para facilitar el escape.
La fuga se produjo durante la madrugada, cuando los diez reclusos aprovecharon el corte de agua para remover la unidad de inodoro y lavabo de su celda, cortar las barras de acero y escapar a través de un agujero en la pared. Los reclusos continuaron su huida a través del muelle de carga de la prisión y rodaron sus uniformes antes de escalar el muro exterior, cruzando así la interestatal 10. El Departamento de Justicia de Luisiana informó que los reclusos dejaron un mensaje burlón en la pared que decía: “Esto fue muy fácil, JA,JA”.
El arresto del trabajador de mantenimiento
Sterling Williams, arrestado el lunes después del incidente, afirmó que actuó bajo la instrucción de un recluso que le dijo que clausurara el agua o lo apuñalaría. Sin embargo, su abogado subraya que, aunque esta amenaza no fue hecha de manera intimidante, Williams no era consciente de la fuga en curso en ese momento. Además, señaló que su cliente había sido solicitado por un subcomisario para atender el problema de plomería, de acuerdo con declaraciones recogidas por AP.
Hasta ahora, se han capturado a cinco de los diez involucrados. Las investigaciones continúan para localizar a los otros reclusos, quienes siguen prófugos y son considerados peligrosos. Las autoridades afirman que han desplegado más de 200 oficiales para su captura y han ofrecido recompensas monetarias para obtener información sobre su paradero.
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