Este 1° de junio se cumplen ocho años desde la suspensión temporal del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT) en Venezuela, un programa que funcionaba en el país para coordinar los trasplantes de órganos de donantes fallecidos en la red de hospitales públicos.
Una de las razones de aquella suspensión era la ausencia de inmunosupresores de inducción y para el tratamiento crónico, estos medicamentos son los que impiden que el cuerpo rechace el órgano trasplantado. Esto también hizo que los trasplantes de donantes vivos bajaran drásticamente en el sistema de salud público.
A ocho años de esa notificación que llegó a los centros de trasplante en el país, la situación no ha mejorado mucho. De hecho, el Estado solo ha habilitado un centro especializado para este tipo de cirugías en Venezuela: la Clínica Popular de El Paraíso, lo que limita aún más el acceso de los pacientes en todo el territorio.
“Supuestamente era una suspensión temporal, pero el tiempo ha pasado, van ocho años y sigue suspendido. En todo ese tiempo un montón de pacientes no han podido ser trasplantados porque no tienen acceso a un donante vivo”, explicó Anabela Arminio, asesora médica de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), en entrevista para El Diario.
La especialista señaló que es difícil precisar cuándo los trasplantes dejaron de hacerse en el sistema de salud público durante esos ocho años. No obstante, los datos de la ONTV indican que entre 2013 y 2014 se llegaron a superar los 500 trasplantes anuales.
Con un sistema de salud público fortalecido y centros de trasplante 100 % operativos se podría haber llegado a aproximadamente 4.000 trasplantes en esos ocho años y 10 % de ellos habría sido para niños, niñas y adolescentes.

La dificultad de encontrar un donante vivo
Los trasplantes de donante vivo todavía se hacen, pero acceder a uno es bastante difícil principalmente porque el donador debe ser un familiar con hasta un quinto grado consanguinidad: hijos, padres, hermanos, tíos, abuelos o nietos.
La ley en Venezuela también permite que los esposos y los cónyuges con al menos dos años de unión estable sean donadores de su pareja. Sin embargo, deben tener el mismo tipo de sangre y someterse a una serie de exámenes para asegurar que está en óptimas condiciones de salud para someterse a ese tipo de procedimiento quirúrgico.
Sobre las razones por las que a los pacientes se les dificulta encontrar un donante vivo, la especialista comentó que la donación debe ser voluntaria, es decir, no todo el mundo está dispuesto a dar un órgano por distintos motivos como culturales, sociales, religiosos o incluso por temor.
“Hay problemas renales por enfermedades congénitas que los sufren varios miembros de una familia y no se pueden poner en riesgo. Es por ese tipo de casos que es tan necesario que existe el donante fallecido”, explicó Arminio.
Al solo estar disponible la opción de trasplantes de donante vivo, únicamente se pueden someter a cirugía quienes necesiten un trasplante de riñón o del hígado. Esto deja por fuera a las personas que requieren trasplantes de corazón, pulmón o córnea.
El Ministerio de Salud informó sobre la realización de algunos trasplantes de córnea en 2023, pero no ofreció detalles del procedimiento previo. Incluso en ese momento las notas de prensa difundidas por este ente sugerían una posible reactivación del sistema de procura de órganos.
Situación de los trasplantes en Venezuela
Antes de la suspensión del SPOT había 11 centros de trasplante operativos en Venezuela. En algunos de estos se siguieron realizando estas cirugías solo a las personas que tenían un donante vivo calificado y los recursos para cubrir los exámenes e inmunosupresores necesarios para el procedimiento.
En 2022 se inauguró una unidad de trasplante en la Clínica Popular de El Paraíso, en Caracas. Hasta 2025, se ha superado la cifra de 100 trasplantes de órganos en esa unidad.
“No es un mal número para un solo centro, pero el problema es que es el único centro para todo el país, es decir, que no se están haciendo más trasplantes en ninguna otra parte de Venezuela”, indicó Arminio.
La experta comentó que los pacientes con insuficiencia renal que no tienen un donante deben permanecer en hemodiálisis de forma indefinida, lo que implica que cada vez hay menos cupos disponibles en las unidades de diálisis para las personas recién diagnosticadas, porque estos turnos solo se vacían cuando uno de los pacientes muere.

Las personas que sí tienen un donante vivo también pueden optar por un trasplante en una clínica privada. En Caracas se realizan en la Policlínica Metropolitana y en la Clínica Santa Sofía.
Lucila Cardenas de Velutini, directora de la ONTV, detalló para El Diario que estas cirugías superan los 50 mil dólares, pero los gastos asociados a exámenes, tratamientos y hospitalización pueden ascender a los 100 mil dólares.
Lograr el trasplante no es garantía
Si un paciente logra con éxito el trasplante a través de un donante vivo, bien sea en el sistema público o privado, debe seguir un tratamiento de por vida para evitar que su sistema inmune rechace el órgano trasplantado.
Antes y después de la cirugía se utilizan unos fármacos llamados inmunosupresores de inducción que van preparando al organismo para la recepción de ese órgano. Posteriormente el paciente debe ingerir diariamente una dosis de inmunosupresores.
Para que este tratamiento sea efectivo, el paciente debe tomar la dosis indicada, en las horas establecidas sin falta. En Venezuela, estos medicamentos son otorgados a través de las Farmacias de Alto Costo del Instituto Venezolanos de los Seguros Sociales (IVSS).
El paciente tiene derecho a recibir el tratamiento con su diagnóstico, luego de haber completado un registro a través de una ficha que entrega el IVSS. No obstante, la entrega de estas medicinas ha tenido con los años varios inconvenientes.
“Es muy errática la entrega de los medicamentos. Hay fallas prolongadas de algunos de ellos, una vez falla uno y otra vez falta otro. En general se utilizan tres o cuatro medicamentos simultáneamente para lograr evitar el rechazo del órgano”, indicó Anabela Arminio
Estos problemas en la distribución de los medicamentos han llevado a los pacientes a reducir sus dosis o tomar los tratamientos incompletos, lo que puede alterar las funciones de ese órgano trasplantado.
“Los pacientes muchas veces no toman las dosis adecuadas porque quieren rendir los medicamentos. Ahí es cuando aparecen en consulta o en el hospital con un funcionalismo renal alterado porque están tomando la mitad de la medicación. Eso complica las cosas y a veces esos pacientes vuelven a diálisis y ocupan los cupos de las unidades”, explicó la médica.

Empezar de a poco
El llamado de la ONTV es a lucha por que se concrete una reactivación del SPOT en el país. Arminio sabe que no es un trabajo sencillo, por lo que dentro de la organización siempre se ha promovido que se empiece con un solo centro de salud que tenga todo lo necesario para hacer la procura de órganos y los trasplantes.
“En la ONTV creemos que la mejor manera de comenzar es habilitando un centro para reactivar el trasplante de donante cadáver. Lo ideal sería tener muchos, pero es imposible activar simultáneamente los 11 centros autorizados”, expresó.
Entre las inversiones y fortalecimientos que hay que hacer para esa reactivación están los servicios de urología y nefrología para los casos de trasplante renal, porque estos pacientes, especialmente los pediátricos, requieren de una serie de procedimientos previos en las vías urinarias antes de llegar al trasplante.
Adicionalmente, el centro especializado debe tener todos los servicios operativos desde el laboratorio hasta la terapia intensiva y tiene que haber personal capacitado las 24 horas por cualquier emergencia.
Arminio añadió que el personal médico, de enfermería y los coordinadores hospitalarios son fundamentales para esta reactivación, pues son quienes podrán garantizar el éxito de los trasplantes.
“Tenemos que reentrenar al personal que ya fue entrenado pero que ha perdido la práctica. Eso incluye a los coordinadores hospitalarios que son los que buscan los órganos, los que detectan los donantes y los mantienen. Hay que entrenar personal de enfermería, con el que hay una falla gravísima en todos los hospitales porque muchos se han ido fuera del país”, indicó Arminio.

En Venezuela todavía hay cirujanos de trasplante altamente calificados para incorporarse en esta reactivación, pero progresivamente podría ser necesario que se formen más especialistas en el país que cubran la demanda de estos procedimientos.
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Expertos consultados:
Anabela Arminio, asesora médica de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV). Se realizó la entrevista el 2025-05-27.
La entrada Ocho años sin SPOT: la crisis del sistema de trasplantes en Venezuela se publicó primero en El Diario.