
A principios de este año, Nintendo se encontraba bajo una creciente presión. Habían pasado ocho largos años desde el lanzamiento de la consola Switch original, y sus ganancias se desplomaban más de un 40%. Cuando la Switch 2 finalmente llegó a las tiendas en junio fue criticada por limitarse a hacer un puñado de mejoras sobre su antecesora. El mercado se preguntó entonces si el fabricante japonés de videojuegos aún conservaba su toque mágico.
Por: El País
Sin embargo, la nueva consola batió récords de ventas en su primer fin de semana, agotando todas las existencias en tiendas de todo el mundo e impulsando las acciones de la compañía a un máximo histórico. Tres meses después, la Switch sigue volando de los estantes y parece que dominará las ventas en Navidad. El aparato es el último ejemplo del ingenio peculiar de Nintendo, una clase magistral de cómo mantenerse a la vanguardia ignorando las expectativas del mercado y concentrándose en una misión aparentemente simple: crear juegos divertidos.
“El énfasis siempre ha estado en el juego”, asegura Joost van Dreunen, profesor de la escuela de negocios Stern de la Universidad de Nueva York. “Lo que Nintendo nunca ha hecho es confundirse con una empresa tecnológica”.
Este enfoque singular en el entretenimiento ha convertido a personajes como Donkey Kong y Super Mario en iconos culturales, y a la compañía de 136 años en un imperio global de videojuegos con un valor de más de 85.000 millones de euros. El éxito también desafía la idea predominante de cómo debe gestionarse una empresa de videojuegos, incluyendo los saltos regulares a consolas de nueva generación para impulsar las ventas de software.
Nintendo retrasó repetidamente los planes para el lanzamiento de la Switch 2 después de que sus diseñadores pidieran más tiempo para perfeccionar los juegos que acompañarían al nuevo hardware. Si bien el lanzamiento tardío puso a prueba la paciencia de los fanes y frustró a los editores de juegos externos, la compañía decidió que buscar la perfección era más importante.
“Centrarse incansablemente en la jugabilidad, asegurarse de no lanzar un juego hasta que te parezca genial. Para mí, estas son las cosas que realmente distinguen a la compañía”, dice Reggie Fils-Aimé, quien fue presidente de Nintendo of America hasta su jubilación, en 2019. En cambio, la compañía no ha querido hablar sobre su estrategia para este reportaje.
Puedes leer la nota completa en El País