El líder del régimen chavista, Nicolás Maduro, se pronunció con dureza este lunes 16 de junio sobre la creciente escalada del conflicto entre Israel e Irán, durante la emisión de su programa semanal “Con Maduro más”, transmitido por la televisión estatal.
Por: lapatilla.com
Maduro describió la situación como una nueva guerra que avanza peligrosamente y reiteró su respaldo a lo que denominó “el mundo nuevo que quiere la paz, pero con justicia y libertad”.
“Y en la semana hemos estado viendo los acontecimientos. Se ha desatado otra guerra que va en escalada. El mundo que pretende ser dominado con bombas se resiste, lucha, y estoy seguro que el mundo nuevo que quiere la paz, pero con justicia y libertad, en cualquier circunstancia, vencerá”, expresó.
Asimismo, rechazó categóricamente el reciente y constante ataque militar ejecutado por Israel, al que acusó de violar principios fundamentales del derecho internacional.
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“Este ataque viola claramente la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, afirmó Maduro, advirtiendo que la agresión israelí “amenaza la región en una escala que no podemos imaginar”.
Las declaraciones se suman a los señalamientos que realizó el pasado viernes durante el Taller Estratégico de Planificación de las Agendas Concretas de Acción (ACA) 2030, en el que volvió a cargar contra el Estado israelí. En ese contexto, Maduro sostuvo que el conflicto en Asia Occidental “no es religioso”, sino geopolítico.
“Lo que ocurre en Asia Occidental no es un conflicto religioso, sino que tiene su raíz en la fundación de Israel, un régimen creado para conquistar toda la región, apropiarse de su riqueza y colonizar a sus pueblos”, sentenció.
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Las tensiones entre Israel e Irán han alcanzado un nuevo punto crítico tras ataques cruzados que han generado alarma global.
Organismos internacionales y gobiernos han llamado a la contención, mientras se teme una expansión del conflicto que podría arrastrar a otros actores regionales.
La postura de Venezuela, bajo el régimen de Maduro, sigue alineada con sus tradicionales aliados geopolíticos, como Irán, Rusia y China, manteniendo una narrativa contraria a la influencia occidental en Medio Oriente.
