
Nacida en Racalmuto, un pequeño pueblo de la provincia de Agrigento, en Sicilia, Italia, Nadia Lauricella llegó al mundo con focomelia, una condición congénita que impidió el desarrollo de sus brazos y afectó parcialmente el desarrollo de sus piernas.
Por infobae.com
“Mis padres lo descubrieron al momento de mi nacimiento”, explicó en una entrevista con Awaz The Voice
Esta malformación rara, que puede ser hereditaria o causada por la exposición a ciertos medicamentos durante la gestación, se manifiesta con una incidencia que varía entre 0,6 y 4,2 por cada 100.000 nacimientos vivos en el mundo.
Criada en un entorno social que no siempre supo integrar su diferencia, Nadia vivió una adolescencia marcada por el dolor y la incomprensión.
“La etapa más difícil fue mi adolescencia, me veía diferente a mis compañeras y sufría mucho”, relató a Awaz The Voice.
Hasta los 24 años, Nadia se desplazaba sin prótesis y utilizaba sus pies para la mayoría de las tareas cotidianas. Fue en ese punto cuando tomó una decisión que cambió el rumbo de su vida.
“Recuperé mi vida hace cinco años, al decidir finalmente usar prótesis en las piernas y pude caminar. Desde entonces se abrieron puertas infinitas como el deporte y la autonomía”, explicó a Awaz The Voice.
Ese paso marcó su “renacimiento”, como ella lo llama. Y esa nueva etapa la llevó también al deporte. En Ponte Giulio lo definió así: “Hasta los 24 años me dijeron que muchas cosas no las podía hacer. Entonces, cuando empecé a hacer deporte, fue una revancha contra todos esos ‘no’ que había recibido hasta entonces”.
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