Tras varios intentos de rescate por parte de las autoridades en un período de tres días, encontraron sin vida a Juliana Marins, la joven brasileña de 26 años que se había caído dentro de un volcán en Indonesia mientras realizaba una difícil caminata en la estructura geológica. La noticia fue confirmada por su familia en las redes sociales.
Por lanacion.com.ar
El lunes por la mañana, equipos de rescate habían logrado localizarla mediante un drone. La joven estaba atrapada en un acantilado rocoso, a unos 500 metros de profundidad, en las laderas del Rinjani, el segundo volcán más alto del país.
“Hoy, un equipo de rescate consiguió llegar hasta el lugar donde estaba Juliana Marins. Con intensa tristeza, informamos que ella no resistió. Seguimos muy agradecidos por todas las oraciones, mensajes de cariño y apoyo que hemos recibido”, se indicó en un breve comunicado difundido en la cuenta @resgatejulianamarins, administrada por la familia de la joven oriunda de Río de Janeiro.
Marins estaba con otros seis turistas asistidos por dos guías, según dijeron las autoridades del Parque Nacional de Gunung Rinjani. Su familia aseguró que los guías la abandonaron durante más de una hora antes del accidente, publicó el medio brasileño G1.
“Juliana estaba en el grupo, pero se cansó mucho y pidió parar un rato. Siguieron adelante y el guía no la acompañó”, dijo su hermana, Mariana, y agregó que fue en ese período cuando ocurrió la caída. “No sabía adónde ir, no sabía qué hacer. Cuando el guía regresó, al ver que tardaba demasiado, vio que se había caído”, insistió.
Sin embargo, el guía Ali Musthofa, de 20 años, aseguró que sólo estaba “a tres minutos” de ventaja por sobre Juliana y que volvió a buscarla. “No la dejé, pero esperé tres minutos delante de ella. Después de unos 15 o 30 minutos, no apareció. La busqué en el lugar de descanso final, pero no la encontré. Le dije que la esperaría más adelante. Le dije que descansara. Me di cuenta [de que se había caído] cuando vi la luz de una linterna en un barranco de unos 150 metros de profundidad y oí la voz de Juliana pidiendo ayuda. Le dije que la ayudaría. Intenté desesperadamente decirle que esperara la ayuda”, declaró a O Globo.
Cómo fueron los operativos
Alertados de la desaparición de la joven, las autoridades indonesias movilizaron a dos equipos de expertos para llegar al lugar de la víctima y verificar el segundo punto de anclaje, a unos 350 metros de profundidad. Sin embargo, tras observar el lugar, los rescatistas encontraron dos salientes que impidieron instalar el ancla este lunes.
Los especialistas tuvieron que empezar a ascender para intentar alcanzarla. Durante el proceso, se enfrentaron a terrenos extremos y condiciones climáticas cambiantes, con una densa niebla. Estas condiciones redujeron la visibilidad en el lugar y aumentaron el riesgo de la operación, según las autoridades. Por razones de seguridad, el equipo se retiró y se dirigió a una posición segura.
Este martes, mientras todavía había indicios de que Marins seguía con vida, se desplegó un nuevo operativo alrededor de las 15 (hora local), aún con condiciones climáticas adversas. Finalmente, los rescatistas lograron llegar a ella, pero la encontraron muerta.
La familia de Juliana había denunciado negligencia y había exigido medidas urgentes, ya que la joven “llevaba tres días sin agua, comida ni ropa”.
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