La violencia doméstica es un problema que muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) en el mundo atienden debido al impacto que tiene en las víctimas, tanto mujeres como hombres. De esta realidad no escapa la población migrante, que, de acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, son los que están más expuestos por diversas razones, como el desconocimiento del idioma y de las leyes del país. Para brindar apoyo y orientación en medio de estas dificultades surgió la fundación Mil Mujeres en EE UU, que atiende a las víctimas de violencia doméstica y regular sus estatus migratorio en el país.
En Estados Unidos existen una serie de visados para las víctimas de violencia intrafamiliar y otros crímenes. Para optar a ellas, las personas buscan el apoyo de organizaciones que ofrecen asistencia legal.
Johanna Fonseca, directora ejecutiva de Mil Mujeres, explicó que en la ONG se encargan de representar legalmente a las víctimas de crímenes violentos ante el sistema migratorio de EE UU.
De acuerdo con Fonseca, estos casos deben ocurrir dentro de Estados Unidos y ser denunciados ante las autoridades, para así iniciar con los procesos correspondientes. Aunque la víctima luego salga del país, desde el extranjero podría optar por una visa para volver a EE UU.
“(La violencia de género) es un crimen que lastimosamente no respeta sexo, raza, religión o estrato social. La realidad es que más del 90 % (de las víctimas) son mujeres. El grueso poblacional víctima de este crimen es femenino y por eso nosotros tenemos una política de género”, precisó Fonseca en una entrevista exclusiva para El Diario.
La situación de la migración venezolana
La directora ejecutiva de Mil Mujeres destacó también un aumento de las solicitudes de apoyo de víctimas de nacionalidad venezolana, entre ellas, las que han emigrado bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
“El grueso de la población víctima es mexicana, aunque es cierto que en los últimos años ha habido un crecimiento brutal de la población venezolana”, dijo Fonseca.
Por otro lado, debido a la eliminación del TPS para los venezolanos y el parole humanitario, la activista instó a los ciudadanos de esta nacionalidad contactar a la ONG para revisar los casos y así entender a qué otros beneficios podrían optar.
«Queremos explorar todas las alternativas posibles para ellos, para todos los venezolanos, con el fin de que puedan acceder a estos beneficios. Hacemos un llamado para que acudan y nos cuenten su situación. Además de las visa U y T, o la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA, por sus siglas en inglés), si algunos de los casos reúne los requisitos, podría optar por una green card”, mencionó.
Las visas para víctimas de violencia en EE UU
Entre las visas para víctimas de violencia en EE UU está la denominada U de no inmigrante y está dirigida para quienes han sufrido ciertos crímenes, como violencia doméstica, abuso sexual, tráfico de extranjeros, entre otros.
Esto permite a las agencias de orden público y oficiales gubernamentales colaborar en la investigación o enjuiciamiento de actividades delictivas en el país.
De acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE UU (USCIS, por sus siglas en inglés), el crimen debe ocurrir en Estados Unidos o que se hayan violado las leyes del país.
Por su parte, la visa T se enfoca en la víctimas de trata de personas, sexual y laboral que cooperan o han sido “excusadas” de cooperar con las autoridades para investigar los casos.
Mientras tanto, la VAWA ofrece protección a las víctimas de violencia doméstica, agresión sexual y abuso, y también se puede obtener una visa para residir en Estados Unidos.
El apoyo de Mil Mujer a migrantes
Fonseca explicó que dentro de la ONG ayudan a los migrantes víctimas de violencia con permisos de trabajo, visas de víctimas como la T, visa U y la VAWA.
“Además de los servicios legales que son para víctimas, también ofrecemos servicios de ajuste de estatus para residencia permanente, para comunidades vulnerables o de bajos ingresos. Además de apoyar con nacionalidad, asilo y renovaciones de los Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o (DACA) que son los beneficios de nuestros Dreamers. Complementamos nuestros servicios legales con campañas educativas para que la gente comprenda el alcance de sus derechos en diferentes espacios, no solamente en nuestras oficinas, sino que hacemos campañas móviles”, destacó la directora de la ONG.
La ONG coopera con otras 50 organizaciones y agencias de todo EE UU, como el Departamento del Trabajo de ese país, con el objetivo de ayudar a los supervivientes de crímenes con todo lo relacionado al proceso de inmersión en el país.
Otro objetivo de la organización, es el apoyo educativo junto a sedes académicas que ofrecen becas para los migrantes. Además de la facilitación de programas dedicados a fomentar el emprendimiento y empoderamiento para entregar herramientas a las personas para que puedan generar ingresos y superen barreras estructurales, como el idioma.
El apoyo de la fundación se amplía también hacia la ayuda emocional de las víctimas de violencia intrafamiliar, con terapias psicológicas dirigidas por especialistas dentro de la organización.
Sobre Mil Mujeres y los resultados 2024
La ONG se fundó en el año 2007 para atender el crecimiento de necesidad de servicios legales bilingües a la comunidad migrante en EE UU, con mayor atención en quienes eran víctimas de delitos violentos, domésticos, agresión sexual y criminal.
En su reporte anual, la organización detalla que durante 2024 atendieron a 3.181 personas, 2.419 fueron representadas ante la justicia estadounidense y 1.924 casos fueron aprobados para algún estatus migratorio. Además, 3.900 fueron enviados al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE UU (USCIS, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con Fonseca, la mayoría de las personas atendidas en 2024 recibieron una visa U o T (260) que están dirigidas a víctimas de más de 16 crímenes estipulados en la ley.
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