
Mientras millones de venezolanos sobreviven con un salario mínimo de apenas 130 bolívares, lo que equivale a menos de 1,5 dólares mensuales según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), el régimen de Nicolás Maduro decidió este martes 13 de mayo rendir tributo… pero no al pueblo venezolano, sino al Ejército Rojo ruso.
Por lapatilla.com
En un acto que ha levantado duras críticas en redes sociales, el chavismo inauguró la llamada Plaza de La Victoria en Caracas, como parte de la conmemoración de los 80 años del triunfo soviético sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Según voceros oficialistas, se trata de un “monumento que celebra la verdad de los pueblos libres”, en palabras Delcy Eloína Rodríguez.

El evento, con todo el despliegue típico del régimen, incluyó bailes, exposiciones fotográficas, ministros de alto rango como Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López, y un espectáculo de drones que proyectó las siluetas de Vladimir Putin y Nicolás Maduro junto a las banderas de ambos países. También asistió el embajador ruso en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov.
Rodríguez afirmó que el homenaje busca mantener viva “la llama sagrada” del antifascismo y la libertad. Pero para la mayoría de los ciudadanos, esa “llama” parece un insulto encendido frente al abandono y la miseria que enfrentan día a día.
En redes sociales, los venezolanos reaccionaron con indignación:
“Cómo se burlan descaradamente de los venezolanos. Pan y circo, forjamiento de acontecimientos inútiles para desviar la atención.”
“Cada año nos hundimos más. Pero a los pensionados que se mueran de hambre.”
“Para lo que quedó Venezuela, para ser un estado satélite ruso en Sudamérica… Ni Bielorrusia se atrevió a tanto.”
Mientras los hospitales siguen sin insumos, las escuelas en ruinas y las comunidades sin servicios básicos, el régimen invierte tiempo, recursos y propaganda para rendir pleitesía a una potencia extranjera. Una escena que recuerda que en Venezuela, las prioridades del chavismo no pasan por el sufrimiento del pueblo, sino por las alianzas que garanticen su permanencia.