El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) suele asociarse con conductas presentes en niños, no obstante, esta condición también impacta a la población adulta. Incluso, algunas personas no son diagnosticadas hasta llegar a edades avanzadas.
La narrativa sobre el TDAH a menudo se centra en un estado de actividad física o mental excesiva, lo que deja en segundo plano otras manifestaciones clínicas que predominan en los pacientes adultos.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que, aunque se desarrolla en la niñez, persiste a lo largo de la vida.
“La percepción común es que el TDAH es una condición exclusiva de la infancia, pero eso es una simplificación. Esto se debe a que los síntomas más evidentes aparecen en la infancia, como la inquietud motora y la impulsividad”, señaló el psicólogo Eduardo González en entrevista con El Diario.

El especialista agregó que la investigación actual ha demostrado que el TDAH es una condición de por vida, y sus manifestaciones pueden evolucionar o presentarse de manera diferente en la adultez, lo que contribuye a subdiagnósticos tardíos.
Síntomas del TDAH en la adultez
González resaltó que la hiperactividad en los pacientes adultos con TDAH no siempre se manifiesta como una agitación física constante, por lo que dar con el diagnóstico puede ser más complicado.
“En muchos adultos, la hiperactividad motora evidente de la infancia se transforma en una inquietud interna, una mente acelerada con pensamientos incesantes, o una dificultad para concentrarse, relajarse o desconectarse”, explicó el psicólogo.
Este cambio en los síntomas del TDAH puede hacer que la condición sea menos obvia en la adultez, tanto para el propio paciente como para su entorno.
Un estudio publicado en la revista científica SCielo señala que las características del TDAH en adultos a menudo se centran en la disfunción de un conjunto de habilidades cognitivas que sirven para la planificación, organización, gestión del tiempo, memoria de trabajo y regulación emocional.
Los portales especializados y el psicólogo entrevistado por El Diario concuerdan en que las manifestaciones en adultos van más allá de la simple falta de atención y la hiperactividad.

Estos son los síntomas que pueden presentarse a lo largo de la vida en los pacientes con TDAH:
– Dificultad para mantener la concentración en tareas prolongadas o monótonas
– Propensión a la distracción por estímulos irrelevantes
– Olvidos frecuentes de citas o responsabilidades
– Problemas para seguir instrucciones complejas
– Desorganización a la hora de planificar tareas
– Desorden en espacios personales o laborales
– Fallas para gestionar prioridades de manera efectiva
– Toma de decisiones precipitadas
– Interrupciones frecuentes en conversaciones para cambiar o desviar el tema
– Dificultades para esperar turnos
– Reacciones emocionales intensas o desproporcionadas ante situaciones cotidianas
– Baja tolerancia a la frustración, irritabilidad y aparición de episodios de ira

“Estas manifestaciones, a menudo, son erróneamente interpretadas como rasgos de personalidad, ansiedad, depresión, falta de madurez e incluso diagnósticos de otros trastornos de conducta”, acotó el experto.
Comprensión de la condición en adultos
Cada 13 de julio se conmemora el Día Internacional del TDAH para buscar la visibilización de esta condición neurobiológica, con el objetivo de ayudar a las personas que lo padecen y a los especialistas que lo diagnostican.
“Comprender el trastorno es necesario para los médicos y afectados, solo así se puede distinguir el TDAH de otras condiciones mentales y abordar un tratamiento o una terapia acorde con la edad en la que se descubre. Tengo casos de padres que traen a sus hijos a consulta y ahí es cuando se enteran que lo padecen”, indicó el psicólogo.
Para el experto, el TDAH no tratado en la adultez puede tener repercusiones en la calidad de vida y, en algunos casos, suele coexistir con otras condiciones de salud mental o abuso de sustancias.
“Existe una alta comorbilidad entre el TDAH y problemas de salud mental como la ansiedad, depresión, cambios en el estado de ánimo, consumo de alcohol o estupefacientes. Esto se debe a que los síntomas del trastorno actúan como factores estresantes crónicos que pueden exacerbar o contribuir al desarrollo de estas otras patologías”, agregó González.

Un adulto no diagnosticado puede enfrentarse a desafíos recurrentes en el área laboral o educativa y a la inestabilidad en las relaciones sociales, aspectos que el entorno suele ver como el resultado de una falta de esfuerzo o voluntad, sin entender que se debe a una base neurobiológica que dificulta el funcionamiento adaptativo para los pacientes adultos con TDAH.
Cómo abordar el diagnóstico y el tratamiento
El diagnóstico del TDAH en adultos requiere una evaluación psicológica minuciosa, que abarque la historia clínica del paciente desde la niñez, la descripción de los síntomas y un enfoque multidisciplinario que permita descartar otras patologías.
El psicólogo González añadió un aspecto más que se debe evaluar en una consulta con un posible paciente que padece de TDAH, y es el de contar con testimonios de familiares cercanos o el acceso a registros escolares antiguos para conocer algunos síntomas que pudieron haber pasado desapercibidos en la infancia.
Además de esto, también se realizan cuestionarios estandarizados en la psicología que ayudan a verificar el diagnóstico, la severidad de los síntomas y su impacto en la vida de los pacientes.
“Es importante descartar otras condiciones médicas o psicológicas que puedan presentar síntomas similares, como trastorno bipolar o problemas tiroideos, para asegurar un diagnóstico correcto”, añadió el especialista.

En cuanto al tratamiento del TDAH en adultos, el abordaje médico debe ser individual, es decir, que va a depender de cada caso puntual, y generalmente abarca la integración de diversas modalidades terapéuticas como:
– Tratamiento farmacológico para regular los neurotransmisores implicados en el TDAH, que permitan mejorar la atención, concentración y control de impulsos
– Terapia cognitivo-conductual para desarrollar habilidades de organización, gestión del tiempo, planificación y regulación emocional
– Sesiones de psicoeducación para proporcionar al paciente la información detallada sobre el TDAH y las posibles estrategias de manejo de la condición que puede poner en práctica
“El objetivo del tratamiento no es curar el TDAH, ya que es una condición crónica, sino gestionar sus síntomas de manera efectiva para mejorar la calidad de vida y permitir que el paciente viva con la mayor normalidad posible”, resaltó el psicólogo.
El especialista y medios consultados coincidieron en que la comprensión del TDAH en la adultez debe ser despojada de mitos y prejuicios, de esta manera los pacientes pueden recibir el apoyo médico y familiar necesario para reconocer que sus conductas tienen una base neurobiológica que son manejables con las estrategias adecuadas.
La entrada Más allá de la hiperactividad: desmontando mitos sobre el TDAH en adultos se publicó primero en El Diario.