Cientos de personas se concentraron este jueves 12 de junio en las inmediaciones de la sede del partido socialista español, para pedir la dimisión del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tras conocerse un informe policial que apunta al posible cobro de comisiones de su hombre de confianza en el partido, Santos Cerdán.
Entre un mar de banderas de España y también de la Guardia Civil, el cuerpo de seguridad que destapó el escándalo, unas 600 personas según la delegación del Gobierno, asistieron a la concentración, que fue secundada por dirigentes del partido Vox y el líder del grupo ultra «Se Acabó La Fiesta» (Salf), Alvise Pérez.
También asistieron personas encapuchadas radicales, algunos de los cuales ocuparon las primeras filas.
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Los manifestantes corearon cánticos como «Pedro Sánchez, a prisión», «Rojos de mierda, a tomar por culo» o «Gibraltar español».
Este jueves 12 de junio, el que era secretario de Organización del partido socialista, Santos Cerdán, dimitió de su cargo y anunció que renunciará a su acta de diputado, tras conocerse un informe policial que señala que podría haber gestionado comisiones en adjudicaciones de obras públicas en favor del exministro socialista José Luis Ábalos y un exasesor de éste.
A continuación Sánchez, como líder del partido socialista, en una rueda de presa en la sede del partido pidió perdón a los ciudadanos porque estaba convencido de la integridad de su hasta ahora hombre de confianza en el partido y admitió que los socialistas no debieron «confiar» en él.
Reacción de los partidos
Desde la concentración, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, reclamó al conservador Partido Popular (PP), principal grupo de la oposición, que presente una moción de censura contra Sánchez, como ya pidió el líder del partido, Santiago Abascal, que ha suspendido su agenda en Paraguay, donde estaba de visita, y regresa a España tras conocerse el escándalo.
Sin embargo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió hoy elecciones tras las «insuficientes» y «decepcionantes» explicaciones de Pedro Sánchez, pero descartó presentar una moción de censura porque no quiere darle «un balón de oxígeno» el jefe del Ejecutivo.
En España, la moción de censura contra un presidente del Gobierno tiene que ser constructiva, es decir, el partido que la presente debe ofrecer un candidato alternativo, que debe contar con la mayoría del Congreso de los Diputados para echar del gobierno a quién esté, y el PP no tendría, de momento, los votos, ya que solo lo secundaría Vox.
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El resto de partidos pidieron hoy más explicaciones a Sánchez sobre lo ocurrido, pero descartaron una moción de censura.
Y el socio de los socialistas en el Gobierno de coalición, el grupo de izquierda Sumar, exige un «reseteo» de la legislatura y un nuevo marco de relaciones con los socialistas.
La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pidió hoy unas relaciones «de igual a igual» con el partido socialista y un giro de 180 grados en las políticas hacia lo social. «No basta con el perdón», avisó.
EFE
