
En un nuevo capítulo de su retórica «antiimperialista», Nicolás Maduro aprovechó la juramentación de Joana Sánchez como gobernadora de Aragua para lanzar dardos contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y desmentir, una vez más, la existencia del Tren de Aragua.
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Durante el acto, realizado este jueves en Maracay, Maduro insistió en que el estado es un bastión de paz, ignorando las denuncias internacionales que señalan a la región como cuna de una de las redes criminales más temidas.
“El estado Aragua votó por la paz. Este es un pueblo honesto y trabajador. Desde acá se derrotó al Tren de Aragua”, proclamó Maduro, en un intento por limpiar la imagen de un estado marcado por la violencia y el crimen organizado.
En tal sentido, el líder chavista acusó a EEUU de orquestar campañas para desprestigiar a los venezolanos, especialmente a los migrantes. “Al presidente Donald Trump le digo que no se deje envenenar más con mentiras”.
«Le hablo, cara a cara, para que le llegue este mensaje. Salgo en defensa de la dignidad, del honor, de la decencia del valiente pueblo y de los migrantes venezolanos», añadió.
El discurso de Maduro, que se autoproclamó defensor de los migrantes venezolanos, llega en medio de duras medidas migratorias en EEUU, como la suspensión de visas y la revocación del TPS, que han dejado a miles en la cuerda floja. “¡Ya basta de campañas de descrédito!”, exclamó.