
Dos partidos conservadores, Unión Brasil y Progresistas, anunciaron este martes 2 de septiembre su salida del Gobierno de Brasil y pidieron la renuncia de los dos ministros que tienen en el gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los ministros afectados son los titulares de las carteras de Turismo, Celso Sabino, y de Deporte, André Fufuca, que aún no han anunciado si acatarán la orden.
La decisión también se extiende a todos los cargos nombrados a sugerencia de estos partidos, en su mayoría en niveles secundarios y en empresas estatales.
El presidente de Unión Brasil, Antonio Rueda, leyó un comunicado conjunto ante la prensa en el que advirtió que si los ministros y otros cargos nombrados por estos partidos no cumplen con la instrucción, serán suspendidos de forma inmediata de la militancia.
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Si se mantienen en el Gobierno, posteriormente se les aplicarán «castigos disciplinarios» previstos en los estatutos de los partidos.
El anuncio de la salida del Gobierno se produce dos semanas después de que estos dos partidos anunciaran la formación de una federación en el Parlamento, un acuerdo que les permite funcionar como un único partido en el legislativo, aunque mantengan su independencia organizativa.
La nueva federación, llamada Unión Progresista, tiene la mayor bancada en el Congreso Nacional, con 109 diputados y 15 senadores.
Ambos partidos, de centro derecha, están divididos y, hasta ahora, parte de sus diputados apoyaba las políticas del Gobierno en el legislativo y otra parte votaba en línea con la oposición.
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Uno de los principales defensores de la ruptura con el Gobierno es el senador Ciro Nogueira, presidente de Progresistas y exministro de Presidencia durante el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022).
Nogueira ha declarado públicamente que considera «embarazoso» el hecho de que su partido continúe formando parte del Gobierno de Lula.
La salida del Gobierno se produce precisamente el día que comenzó la audiencia final del juicio en el que Bolsonaro es acusado de liderar un golpe de Estado para mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022 frente a Lula.
EFE