
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, admitió este jueves en entrevista a un podcast que aún no sabe si intentará la reelección, pero que, si lo postulan a las elecciones del próximo año, será para vencerlas y para derrotar a cualquier candidato de la derecha.
«Pueden (la derecha) buscar al candidato que quieran, porque si yo soy candidato será para ganar las elecciones», afirmó el líder progresista en una entrevista al podcast ‘Mano a Mano’, que es presentado por el rapero brasileño Mano Brown.
Lula, que asumió en 2023 su tercer mandato tras haber gobernado el país entre 2003 y 2010, admitió que en este momento, a sus 79 años, estaría dispuesto a disputar las elecciones, pero que no sabe si mantendrá ese entusiasmo el próximo año.
«Si en el momento electoral estoy con la salud con la que estoy hoy, con las ganas que tengo hoy y con la disposición que tengo ahora, seré candidato para ganar las elecciones», afirmó el antiguo dirigente sindical, que ha padecido diversos problemas de salud en los últimos años.
En la entrevista de cerca de dos horas que concedió el domingo pero solo fue publicada hoy en Spotify, Lula citó diversos candidatos de la extrema derecha y de la derecha que podría enfrentar, pero se abstuvo de mencionar a su antecesor, Jair Bolsonaro.
El líder de la ultraderecha brasileña, que enfrenta actualmente un juicio por intentar un golpe de Estado para impedir la investidura de Lula, ya fue condenado en un proceso electoral y está inhabilitado políticamente para las elecciones de 2026.
Entre sus posibles rivales, el líder progresista mencionó a los actuales gobernadores de los estados de São Paulo, Goiás, Minas Gerais y Paraná, Tarcisio de Freitas, Romeu Zema, Ronaldo Caiado y Ratinho Júnior, todos de partidos de centroderecha y que no niegan sus aspiraciones presidenciales.
De Freitas, que fue ministro de Bolsonaro, es el preferido por los seguidores del expresidente y el mejor ubicado en las encuestas, en las que aparece técnicamente empatado con Lula en caso de que disputen una segunda vuelta.
Lula lamentó la situación en que estaba Brasil cuando asumió la Presidencia en el lugar de Bolsonaro y llegó a compararla a la que vive actualmente la Franja de Gaza en medio de la guerra entre Israel y el grupo palestino Hamas.
«Cuando llegamos aquí asumimos un país semidestruido. De vez en cuando miro la destrucción en la Franja de Gaza y me imagino al Brasil que encontramos. No teníamos ni ministerio de Trabajo ni de Igualdad Racial ni de Derechos Humanos ni de Cultura. Fue una destrucción intencional», aseguró.
De acuerdo con el mandatario, al líder de la extrema derecha no le gustaba ningún ministerio que pudiese servir a la sociedad para organizarse y por eso los extinguió todos.
Dijo igualmente que Bolsonaro «negaba la democracia» y que por eso Brasil necesita reconstruir todos sus tejidos democráticos.
En ese sentido defendió la reglamentación de las redes sociales para resguardar el proceso democrático y evitar la difusión de ideas antidemocráticas. «Si no las reglamentamos, estaremos vulnerables», dijo.
Sobre sus actuales índice de impopularidad, Lula admitió que la inflación y un escándalo por desvíos de recursos que se le pagan a los jubilados afectan la imagen del Gobierno, pero que la situación puede ser revertida debido a que Brasil está creciendo, la inflación está bajando y el desempleo cayendo.
Agregó que los próximos meses serán de «cosecha» de las iniciativas de su gestión, lo que mejorará la imagen del Gobierno en el año electoral.
EFE