El domingo 1 de junio, Boulder, Colorado, fue escenario de un ataque violento en el Pearl Street Mall, cuando un individuo utilizó un lanzallamas improvisado y dispositivos incendiarios para agredir a una multitud durante un evento que buscaba recordar a los rehenes israelíes secuestrados en Gaza. El FBI y la policía local rápidamente calificaron el incidente como un acto de terrorismo, anunciando una investigación conjunta para esclarecer los hechos y encontrar más pruebas sobre el ataque.
Por Infobae
El atacante, Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, fue identificado como el principal sospechoso. Soliman fue escuchado gritando “Free Palestine (Palestina libre)” durante la agresión, lo que ha llevado a considerar el ataque como un crimen de odio con motivación antisemita, informó Associated Press (AP). El FBI indicó que desde un principio fue visto este ataque como una acción dirigida y lo consideraron una amenaza a la comunidad judía que se encontraba presente en la marcha pacífica.
Mark Michalek, agente especial a cargo de la oficina del FBI en Denver, resaltó que actos como este son una amenaza recurrente a las comunidades en los Estados Unidos. Además, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó la violencia y expresó su solidaridad con las víctimas, confiando en que la justicia norteamericana actuará con la máxima severidad posible. El gobernador de Colorado, Jared Polis, criticó duramente lo sucedido, categorizándolo como un crimen intolerable.
Quién es Mohamed Sabry Soliman
Mohamed Sabry Soliman es un ciudadano egipcio que llegó a los Estados Unidos en 2022 con una visa de no inmigrante, según confirmaron las autoridades. Soliman vivía en Colorado Springs después de que su visa original expirara en febrero de 2023. Soliman estaba residiendo ilegalmente en el país debido a que no renovó sus permisos para permanecer en Estados Unidos, de acuerdo con una declaración de Tricia McLaughlin, subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en redes sociales.
Las autoridades mencionaron que el sospechoso habría actuado solo, ya que no se encontraron conexiones con grupos organizados o con más cómplices durante la investigación preliminar. Después del ataque, Soliman fue trasladado a un hospital para ser evaluado médicamente. Posteriormente, sería ingresado en la cárcel del condado de Boulder para enfrentar las posibles acusaciones de terrorismo.
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