
El papa León XIV, cuyo verdadero nombre era Robert Prevost, es el primer papa estadounidense. Su elección el 8 de mayo marca un cambio en el orden mundial de la Iglesia, un cambio que muchos no creían que ocurriría pronto. Pero, como lo que antes era improbable se ha hecho realidad, el papa León XIV debe ahora decidir cómo liderará la Iglesia —y a los cerca de 1.400 millones de católicos de todo el mundo— y cómo construir sobre la base de la obra del papa Francisco.
Por Time
El papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años, fue conocido por priorizar la inclusividad —aunque imperfecta— y por su impulso a la globalización de la Iglesia católica. Logró mucho durante sus 12 años de mandato, incluyendo la globalización del Colegio Cardenalicio, una Iglesia católica más inclusiva y la centralización del Vaticano en las emergencias climáticas.

Sin embargo, eso no significa que los desafíos no hayan sido abundantes y que el nuevo Papa no se haya quedado sin un legado complicado que enfrentar.
Estos son algunos de los desafíos que el recién elegido Papa León XIV enfrentará al asumir el cargo de Papa. El mundo estará atento para ver si sigue los pasos de Francisco o si cambia el rumbo de las prioridades de la comunidad católica tan drásticamente como lo hizo su predecesor.
Católicos LGBTQ+
El Papa Francisco comenzó su papado más inclusivo lidiando con presiones implacables del lado más conservador de la Iglesia Católica, especialmente en los Estados Unidos, por su defensa de los pobres, los migrantes y el medio ambiente, así como su postura más matizada sobre las personas LGBTQ+ en la iglesia y el matrimonio homosexual.
Aunque Francisco nunca cambió las doctrinas oficiales de la Iglesia, fue más inclusivo públicamente con la Iglesia Católica LGBTQ que nunca antes visto por un Papa, apoyando las uniones civiles y reuniéndose con grupos LGBTQ+.
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