Las condiciones en el nuevo centro de detención de inmigrantes en lo profundo de los Everglades, conocido como «Alcatraz Caimán», son las que se esperarían del sur de Florida, sólo empeoradas por la falta de infraestructura de la que dependen las ciudades y los suburbios.
Por NBC MIAMI
El centro, cuya operación costará 450 millones de dólares, actualmente consta de tiendas de campaña y remolques rodeados de alambre de púas en un humedal a unas 45 millas (72 kilómetros) al oeste del centro de Miami.
Se construyó en ocho días a lo largo de 16 kilómetros de Everglades y cuenta con más de 200 cámaras de seguridad, más de 8.500 metros de alambre de púas y 400 efectivos de seguridad.
La Casa Blanca se ha deleitado con la lejanía de la zona y su abundancia de pitones y caimanes. Espera transmitir a los detenidos y al resto del mundo el mensaje de que las repercusiones serán graves si no se cumplen las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Pero a pesar de las bromas del presidente Donald Trump sobre que a cualquier detenido que escape se le tendrá que enseñar cómo esquivar un caimán, la mayor amenaza puede ser un animal mucho más pequeño.
«Probablemente se pregunten por qué llevo sudadera con capucha y chubasquero, y es porque aquí apenas se puede caminar por los mosquitos», dijo Hatzel Vela de NBC6 en un video de Instagram. «Naturalmente, cuando llueve mucho y se forman charcos, eso, por supuesto, genera muchos mosquitos».
Mientras tanto, los reporteros de nuestra estación hermana Telemundo 51 se encontraron con el mismo problema.
«¡Dios mío, no puedo hablar!», le dice la reportera Yvette Lewis a su equipo en español. «Tengo la cara llena de mosquitos».
Primero se roció modestamente con repelente de insectos, antes de empaparse por completo.
Y el reportero Alexis Boentes no pudo terminar su tiro sin golpear a los insectos que tenía en la cara.
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