
El accionar de la Segunda Marquetalia de las disidencias de las FARC, vuelve a prender las alarmas en el oriente de Colombia.
Por Gabriel Salazar López | SEMANA
En esta oportunidad no se habla de armas, municiones o de explosivos, sino de un poderoso alucinógeno controlado por las autoridades de salud en el país: el fentanilo.
Desde hace varios meses, las autoridades tenían la información del negocio redondo de esta droga en el departamento de Arauca, que incluía su ingreso y salida hacia y desde territorio venezolano, sin que existiera control alguno. Cada ampolla tiene un valor en el mercado ilegal de hasta 500.000 pesos.
En una reciente operación del Ejército Nacional contra este grupo residual, las tropas encontraron un lote de este opioide que desató todo tipo de alertas, porque su venta no es libre en Colombia. ¿Cómo terminó en manos de las disidencias?
SEMANA consultó fuentes de las diferentes agencias de inteligencia del Estado y conoció información clasificada que están verificando: no descartan que desde la red hospitalaria del departamento se estaría filtrando este medicamento para atender a los ilegales, pero también para ser usado como droga.
“Ese lote de fentanilo que se encontró tiene registro Invima de Colombia y estamos buscando su trazabilidad. Y es un medicamento muy difícil y complejo de conseguir en Colombia, además, porque la regulación del Ministerio de Salud dice que solo se puede suministrar en hospitales con seguimiento y, lógicamente, con fórmula médica”, explicó el oficial consultado.
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