Las autoridades sanitarias británicas han decretado la llamada alerta ámbar (penúltima de la escala, antes de la roja) por la ola de calor que azotará Inglaterra hasta el próximo lunes.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés) ha lanzado esa advertencia para el conjunto de las regiones inglesas, aunque no así para Gales, Escocia e Irlanda del Norte, desde las 12:00 hora local (11:00 GMT) de hoy hasta las 09:00 (08:00 GMT) del próximo lunes 23.
La alerta implica que «son probables impactos significativos en los servicios sanitarios y de atención social debido a las altas temperaturas», e incluyen un aumento de la mortalidad, especialmente entre mayores de 65 años y personas enfermas, un exceso de la demanda energética, o mayores esperas en los centros de salud.
La UKHSA concede a esta ola de calor un marcador de riesgo de 12 sobre 16, considera que tendrá un impacto «medio» y juzga como «alta» la probabilidad de que se produzca.
La Oficina Meteorológica (Met Office) prevé que las temperaturas superen por primera vez este año los 30 grados, sobre todo en torno a Londres, aunque en la costa las máximas pueden ser inferiores.
Para que la Met Office declare una ola de calor las temperaturas deben superar durante tres días seguidos un umbral que va desde los 25 grados, en el norte y el oeste del Reino Unido, a los 28 grados en el este de Inglaterra.
Se espera que el sábado las altas temperaturas den un respiro al norte y el oeste del país, que sufrirá tormentas y chubascos, pero en el este se alcanzarán los picos de la ola de calor, entre 30 y 33 grados. EFE