Hace dos meses Juan Pablo Guanipa fue detenido por el gobierno de Nicolás Maduro. Ese 23 de mayo de 2025, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, presentó un video del dirigente del partido Primero Justicia (PJ) con un chaleco antibalas puesto, escoltado por un grupo de funcionarios encapuchados mientras gritaba unas palabras cuyo audio fue silenciado.
Fue el cierre de casi 10 meses en la clandestinidad, eludiendo a los cuerpos de inteligencia del Estado y varios intentos de arresto cada vez que se mostraba públicamente en alguna manifestación de la oposición. La última de ellas había sido el 9 de enero de 2025, cuando apareció al lado de la líder opositora María Corina Machado en una protesta en Caracas para rechazar la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer mandato. Desde entonces su presencia en la palestra política había sido virtual, y así se mantuvo incluso después de su detención.
Ese mismo día, en su cuenta de X, publicó un mensaje pregrabado que había dejado justo en caso de ser detenido. “No tengo certeza de que me irá a pasar a mí en las próximas horas, días y semanas. Pero de lo que sí estoy seguro es que ganaremos la larga lucha en contra de la dictadura”, decía en parte la carta. También dejó un video con instrucciones para su abogado, Joel García, rechazando la imposición de una defensa pública.
Como un eco persistente en las redes sociales, la imagen y voz de Juan Pablo Guanipa sigue presente en sus cuentas, ahora manejadas por su familia. Desde allí exigen su liberación y apoyan la causa de los más de 900 presos políticos existentes en Venezuela, de acuerdo con la organización Foro Penal. Un eco que también resuena entre sus compañeros de la Plataforma Unitaria Democrática.
Desaparecido

La presidenta de Primero Justicia, María Beatriz Martínez, aseguró que en el caso de Guanipa se han cometido múltiples irregularidades y violaciones del debido proceso. Comenzando porque a 61 días de arresto, tanto familiares como abogados desconocen su paradero y su estado de salud, y las autoridades se niegan a dar esa información. Diferentes organizaciones consideran esto como un caso de desaparición forzada, pues incluso los tribunales han denegado las solicitudes de habeas corpus de su familia.
Aunque ya había recibido desde meses antes múltiples amenazas de cárcel y persecución de los cuerpos de seguridad, al momento de su detención Guanipa fue señalado como presunto cabecilla de un plan para boicotear las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo. El fiscal general, Tarek William Saab, en su momento lo calificó como un “peligroso conspirador”, aunque prometió que se garantizaría el respeto por sus derechos humanos y garantías constitucionales.

Martínez afirmó que ninguna de esas garantías prometidas se ha cumplido. Una de las más notorias, a su juicio, es la negativa de los tribunales de aceptar a Joel García y su equipo como abogados defensores. A pesar de dejar un video en el que claramente expresa su deseo de ser representado por ellos, el 4 de julio García denunció que el juez rechazó la solicitud alegando que debía venir en un documento escrito firmado por el propio Guanipa. Algo que recordó imposible, pues está actualmente incomunicado.
La dirigente política reportó además que Guanipa no ha sido siquiera llevado al Palacio de Justicia, pues se enteraron de forma extraoficial que tuvo su audiencia de presentación de forma telemática, con un defensor público. “Lo que vemos es un patrón que ha sido señalado en los informes que han rendido, por ejemplo, el Alto Comisionado para la Defensa de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas y efectivamente no es diferente respecto a Juan Pablo”, dijo.
Cuestión de tiempo

Tras las elecciones presidenciales de 2024, la oposición desconoció los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) a favor de Maduro, y publicó las actas de votación recogidas por sus testigos, y que daban como ganador a Edmundo González. En ese momento Guanipa fue uno de los rostros más visibles de las protestas que se desarrollaron en los días siguientes, y que tuvieron un saldo de 25 muertos y más de 2 mil detenidos, entre ellos varios líderes opositores.
El 3 de agosto, tras asistir a una manifestación pacífica convocada por María Corina Machado en Las Mercedes, Caracas, Guanipa fue interceptado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) mientras se trasladaba en moto, pero logró evadirse. El 28 de agosto informó que había escapado de otro intento de arresto al salir de una concentración opositora, aunque el líder del partido Convergencia, Biagio Pilieri fue capturado en el proceso.

“Había logrado escabullirse en distintas circunstancias, y eso había generado creo que bastante frustración (en el gobierno). Era un tema de tiempo, pues es complicado mantenerse en un estado de sitio y de persecución. Ahora, el momento en el que lo hacen, por supuesto que buscaban generar un golpe a la moral, a la conciencia que significa Juan Pablo Guanipa”, comentó Martínez al respecto.
Durante el operativo de captura de Guanipa, el ministro Cabello informó que también habían detenido a varios ciudadanos extranjeros, pero también a periodistas como Carlos Marcano y Raúl Amiel, o a la activista Naomi Arnaudez. En total, más de 70 personas fueron detenidas en los días previos a las elecciones regionales y parlamentarias.
No claudicar

Para Martínez, la principal razón por la que el gobierno decidió arrestar a Guanipa fue para silenciarlo. Indicó que cada video del exdiputado hacía mella en la imagen del oficialismo, por lo que se convirtió en uno de sus principales objetivos para así desmovilizar a las fuerzas opositoras.
“Lo que buscaban era asestarnos un golpe en la moral, pero creo que una de las cosas más importantes que transmite Juan Pablo Guanipa al momento de su aprehensión es su fortaleza, su congruencia en cuál es el liderazgo que representa, y estoy absolutamente segura de que eso no ha mermado ni un ápice”, apuntó.
De hecho, indicó que si bien la ausencia de su compañero del partido se ha hecho sentir dentro del seno del partido, más que verlo como un factor disuasivo para recogerse, entre la militancia opositora ha sido usado como ejemplo para no claudicar. “Obviamente es un duro golpe en lo humano, pero en lugar de ser un factor que lo asimilo de forma negativa, lo veo como una de las grandes razones de seguir luchando. La justicia tiene que llegar a Venezuela, la justicia tiene que imperar. Esas fueron y son las razones de la lucha de Juan Pablo Guanipa. No entregar esa bandera”, resaltó.
Preservación

La represión poselectoral dejó una herida muy profunda en el corazón de la Plataforma Unitaria. Líderes de varios partidos como Freddy Superlano (Voluntad Popular), Biagio Pilieri (Convergencia), entre otros más de 200 dirigentes políticos están detenidos actualmente. Edmundo González, reconocido como presidente legítimo por la oposición, está exiliado en España mientras su yerno Rafael Tudares también está preso.
El resto de líderes opositores, incluyendo a María Corina Machado y María Beatriz Martínez están en la clandestinidad. Bajo ese contexto, la presidenta del PJ reconoce que es complicado organizarse y movilizar a la ciudadanía. De hecho, recordó que al menos 18 militantes de su partido forman parte en estos momentos de las listas de presos políticos. No obstante, aseguró que, desde sus espacios, intentan mantener su causa vigente.
“La primera gran obligación que nosotros tenemos es preservar y cuidar a nuestros dirigentes, a nuestros representantes, y que efectivamente logremos cumplir nuestro objetivo, que no es otra cosa que un partido que resiste, que se organiza y que se mantiene al lado de la gente”, precisó.
Drama familiar

Los últimos meses han sido complicados para la familia Guanipa, la cual tiene una amplia trayectoria en la política, sobre todo en el estado Zulia. En septiembre de 2024, el gobierno detuvo al director general de la Alcaldía de Maracaibo, Pedro Guanipa, hermano de Juan Pablo y del diputado electo de la Asamblea Nacional para el periodo 2026-2031, Tomás Guanipa.
Para ese entonces Juan Pablo ya estaba en la clandestinidad y tenía varios meses sin ver a sus cinco hijos. Apenas unos meses antes, el 29 de marzo de 2024, su esposa, Begoña Linares, falleció tras una larga batalla contra el cáncer. Ramón Guanipa, uno de los hijos mayores del matrimonio, actualmente lidera la lucha por la liberación de su padre.
“Juan Pablo Guanipa ha vivido su vida con entrega total a dos grandes amores: su familia y Venezuela. Es de esos papás que te llevan al fútbol, que te esperan en la puerta del colegio o que se emocionan con un dibujo mal hecho. Siempre está para nosotros. Amó a mamá con todo lo que tiene. Fue su compañera de vida, su refugio, su fuerza. Y al mismo tiempo, es un hombre profundamente comprometido con su país. Un venezolano que eligió servir al pueblo, y por eso sigue adelante con la convicción de que Venezuela será libre y justa. Pasó casi diez meses en resguardo, alejado de su hogar por una causa mayor: la libertad. Hoy quiero recordarlo así: como un hombre que ama profundamente. Que vive con propósito. Y que nos enseñó a mantenernos firmes, sobre todo en la adversidad”, escribió Ramón en la cuenta de X de su padre cuando cumplió 50 días detenido.
En una rueda de prensa el 22 de julio, Tomás Guanipa declaró que actualmente en el país persiste el miedo por las detenciones arbitrarias, pero que su máximo deseo es que sus hermanos, así como todos los presos políticos se reúnan con sus familias. “Tiene que acabarse esa puerta giratoria que tiene el régimen de encarcelar al que piensa distinto, y a nosotros nos toca luchar por todo”, dijo.
Nunca derrotado

Apenas unos días antes de su detención, El Diario publicó una entrevista a Juan Pablo Guanipa en la que dejó claras sus posturas sobre el momento que vivía el país y su dirigencia política. “Yo creo que nosotros tenemos la responsabilidad de seguir, de demostrarnos todos como venezolanos que tenemos que seguir hasta el final. Y el final es cuando Maduro salga de la presidencia que no le corresponde”, afirmó en ese momento.
Para Martínez, los mensajes de Guanipa se mantienen vigentes, sobre todo en lo relacionado a la ruta que debe seguir la oposición. Por eso, aunque tengan ya dos meses sin verlo, sigue de alguna manera siendo un faro para la militancia de PJ y de la Plataforma Unitaria.
“Juan Pablo posee ese tipo de liderazgo que despierta conciencia, que hace que la gente continúe y persevere, que logre construir caminos de esperanza y prepararnos para que efectivamente en Venezuela ocurra lo que tiene que ocurrir. ¿Y qué tiene que ocurrir? Que se respete la decisión del pueblo venezolano, decisión soberana expresada el 28 de julio, y que determinó con una claridad absoluta el destino de un cambio político”, sentenció.
Al final, las últimas líneas de la carta que dejó Guanipa parecen convertirse en un mantra para una oposición golpeada en medio de la represión: “Hoy estoy injustamente preso, pero nunca derrotado”.
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