
El mensaje de texto provenía de Dubái con un emoji de Papá Noel. «Bien, chicos. No hace falta suerte. De verdad, esto no podría ser más sencillo. Relájense y pronto terminará».
Por BBC Mundo
El recado iba dirigido a un pescador ucraniano y a un hombre desempleado de Teesside (localidad al noreste de Inglaterra) que navegaban hacia el centro del Mar de Irlanda para recoger cocaína de un carguero que pasaba por allí, el MV Matthew.
Resultó que necesitaban mucha suerte y que nada era sencillo.
Los dos hombres formaban parte de un audaz intento de contrabandear más de 2,2 toneladas de cocaína a Reino Unido y Europa. La tentativa fracasó, gracias a un exitoso golpe de las autoridades irlandesas contra los poderosos carteles de la droga.
Ocho hombres fueron condenados a 129 años de prisión. Toda la cocaína fue destruida.
Pero a pesar de este resultado, las fuerzas del orden de toda Europa admiten que tienen dificultades para detener la creciente cantidad de cocaína que cruza el Atlántico desde Sudamérica.
El Centro de Operaciones de Análisis Marítimo (MAOC, por sus siglas en inglés), encargado de la vigilancia del tráfico transatlántico de drogas, afirma que 100 barcos sospechosos de traficar drogas a Europa no fueron detenidos el año pasado porque las autoridades no contaban con suficientes buques para interceptarlos.
«Tenemos información del buque que cruza el Atlántico… que está cargado en ese momento, y aun así no disponemos de los recursos de interceptación necesarios», declaró al programa Panorama de la BBC su director, Sjoerd Top.
El MAOC vigila hasta 600 barcos a diario, mientras que en Sudamérica se producen cantidades récord de cocaína, añadió.
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