
Quienes realicen tatuajes o coloquen piercings con fines estéticos a perros y gatos en Brasil podrán ser sancionados con penas de entre dos y cinco años de prisión, además de multas y la pérdida del animal, conforme a una nueva ley brasileña que entra en vigor.
Esta normativa también contempla sanciones para quienes autoricen estas prácticas. Las penas pueden agravarse si el animal fallece como resultado de la intervención.
La ley, promulgada después de cinco años de discusión en el Congreso, considera estas acciones una forma de maltrato animal al equipararlas con lesiones o mutilaciones en animales, ya sean silvestres, domésticos o exóticos.
La prohibición se limita a procedimientos realizados únicamente por motivos estéticos, permitiendo aquellos que tengan otros propósitos, por ejemplo, la identificación de animales en cadenas productivas como el ganado o los cerdos.
Brasil ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cantidad de mascotas, con una población estimada de 150 a 160 millones de animales, frente a cerca de 200 millones de habitantes.
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