Es hora de hablar con claridad y sin medias tintas: los periodistas no son los dueños absolutos de la comunicación social en nuestra sociedad venezolana. Esta idea errónea, que muchos han aceptado sin cuestionar, debe ser desmontada con la fuerza de la verdad. La comunicación social no es patrimonio exclusivo de una sola profesión. Los locutores también somos comunicadores sociales, con plena capacidad, derecho y responsabilidad.
Durante años se ha pretendido posicionar al periodista como el único actor válido en el escenario de la comunicación social. Pero esta visión es limitada y peligrosa. Negar la existencia y el valor del locutor, de su oficio y su aporte, es empobrecer la pluralidad y riqueza que la comunicación debe tener para ser realmente efectiva y socialmente significativa.
El locutor no es un simple intermediario sin voz propia. Somos comunicadores que construimos puentes de entendimiento, que llevamos la palabra a millones de personas, que interpretamos y damos vida a los mensajes. Nuestra función va mucho más allá de la simple lectura: somos creadores, analistas y transmisores de cultura, opinión y conocimiento.
Decir que los periodistas poseen la exclusividad de la comunicación social es desconocer la complejidad del campo. La comunicación social es multidimensional y requiere de múltiples profesionales que, desde sus áreas, contribuyen a un todo coherente y efectivo. La exclusividad es un concepto anacrónico que solo divide y debilita.
Ambos oficios, el periodismo y la locución, tienen responsabilidades claras y diferentes. El periodista investiga, examina y presenta hechos con rigor. El locutor conecta, interpreta y humaniza la información, haciendo que el mensaje tenga impacto y alcance. No es una competencia, sino una complementariedad necesaria.
La sociedad venezolana merece una comunicación social que sea plural, diversa y rica en voces. El trabajo conjunto entre periodistas y locutores es imprescindible para lograr esto. No hay cabida para egos ni exclusividades. La comunicación social es un servicio público que debe estar al alcance de todos, y para eso necesitamos sumar, no restar.
Quienes insisten en poner a periodistas y locutores en oposición están cayendo en un error grave. No solo están ignorando la realidad profesional, sino que además están perjudicando a la sociedad, que necesita mensajes claros, responsables y bien comunicados. La división solo genera confusión y debilita el impacto del mensaje.
Es fundamental entender que los locutores somos profesionales formados, con estudios, ética y compromiso social. No somos un complemento menor ni un accesorio. Somos protagonistas activos en el proceso comunicativo, con voz propia y con derecho a participar plenamente en la construcción del discurso social.
Finalmente, apelo a la reflexión y al respeto mutuo entre locutores y periodistas. Nuestro objetivo común debe ser fortalecer la comunicación social en Venezuela, no dividirla. Solo trabajando juntos, desde el reconocimiento de nuestras diferencias y fortalezas, podremos aportar verdaderamente a una sociedad mejor informada y más cohesionada.
En conclusión, la comunicación social no pertenece a un solo grupo ni a una sola profesión. Es un campo amplio, plural y dinámico donde locutores y periodistas somos piezas fundamentales, cada uno con su rol, cada uno con su espacio, pero todos trabajando hacia un mismo fin: comunicar para transformar.
@IvanLopezSD / @LocutoresDeCarabobo
Vice Presidente del Colegio de Locutores del Edo.Carabobo