La Casa Blanca celebró este viernes que el regreso a Estados Unidos de Kilmar Ábrego García, el migrante salvadoreño deportado por «error administrativo» del Gobierno a una megaprisión en El Salvador, le permita afrontar todo el peso de la Justicia estadounidense.
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, apuntó en un comunicado que su vuelta se produce «para responder por sus crímenes y enfrentar todo el peso de la justicia estadounidense».
«La Administración de (Donald) Trump seguirá exigiendo responsabilidades a los criminales con todo el peso de la ley», aseguró.
A su vez, Stephen Miller, uno de los principales asesores del líder republicano, consideró en X que Ábrego García fue deportado «correctamente» y posteriormente acusado «tras nuevas pruebas de crímenes especialmente atroces».
El consejero adelantó que tras la eventual condena volverá a su país natal.
«El terrorista extranjero de El Salvador será sentenciado y encarcelado por los muchos crímenes graves que se han descubierto y luego será deportado nuevamente a El Salvador», añadió en X, donde quiso dejar en claro que el regreso a Estados Unidos de este viernes no se produce por haber sido deportado por error, sino por sus supuestos delitos.
Según la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, el salvadoreño «era un traficante de humanos, niños y mujeres, e hizo más de 100 viajes. El gran jurado encontró que traficó personas a lo largo del país, incluyendo miembros de la MS-13, una pandilla violenta, miembros de una organización terrorista».
EFE
