
En Costa Rica, el “Diablo” no tiene pezuñas, ni cuernos ni cola. Al contrario, su rostro tranquilo puede confundirse con el de cualquier vecino que lleva a su hijo al colegio. Ese mismo rostro, sin embargo, es el que aparece en un cartel donde se ofrecen hasta 500.000 dólares de recompensa por información que conduzca a su captura.
Por infobae.com
Alejandro Arias Monge, alias “Diablo”, 40 años, es el criminal más buscado de Costa Rica y uno de los más peligrosos de la región. Su historial delictivo abarca desde asesinatos con lujo de violencia hasta narcotráfico y lavado de dinero.
Recientemente, la Embajada de Estados Unidos en Managua lanzó una alerta indicando que Arias Monge podría estar escondido en Nicaragua, específicamente en la Reserva Biológica Indio Maíz, una zona selvática cercana al río San Juan, que sirve como frontera natural entre ambos países.
Asimismo, el Departamento de Estado de EEUU, a través de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL), oficializó el 30 de abril pasado una recompensa de hasta medio millón de dólares por información que lleve a su captura.
Arias Monge nació el 19 de septiembre de 1984 en Guápiles, Pococí, Limón, y su carrera delictiva comenzó a los 19 años cuando ejecutaba robos en viviendas. Con el tiempo, ascendió en el mundo del crimen organizado. Consolidó su poder en el cantón de Pococí y, luego, extendió su influencia a zonas como Guácimo, Sarapiquí, Pocora y San Carlos.
Su apodo, “Diablo”, no es casualidad. Según las autoridades costarricenses, Arias Monge lidera una organización criminal transnacional con células operativas en las siete provincias de Costa Rica. La DEA lo vincula con el tráfico de grandes cantidades de cocaína desde Colombia, pasando por Centroamérica y México, hasta llegar a Estados Unidos.
Alias “Diablo” enfrenta múltiples órdenes de captura en Costa Rica por delitos como narcotráfico, robo, homicidio agravado y lavado de activos. Su organización ha sido señalada por utilizar redes sociales para intimidar al público, publicando imágenes de armas, amenazas contra funcionarios y videos de asesinatos.
Entre los múltiples crímenes a los que se le vincula a Arias Monge está el asesinato de Ademar Jiménez Gómez, quien fue encontrado muerto en enero de 2015, con signos de violencia extrema, en un bananal de Cariari de Pococí, Limón. Se determinó que había participado en el robo de droga y dinero a una narcobanda, lo que motivó a los afectados a contratar sicarios para vengarse. Los gatilleros que ejecutaron a Jiménez Gómez pertenecían a un grupo dirigido por alias “Diablo”.
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