
El líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó la «prueba final» de un nuevo motor de combustible sólido para ser utilizado en un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) que potencialmente será más difícil de interceptar y tendrá la capacidad de atacar múltiples objetivos al mismo tiempo.
Kim valoró la prueba de este lunes como un éxito en la reciente modernización de la tecnología de defensa, recogió este martes la agencia estatal KCNA.
La de ayer fue la novena y última prueba del motor de combustible sólido que cuenta con un empuje máximo de 1.971 kilonewtons y que supone, según Pionyang, «un cambio significativo en la expansión y fortalecimiento de las fuerzas estratégicas nucleares» de Corea del Norte.
El nuevo motor podrá ser empleado tanto en la línea previa de Hwasong-19 como en el Hwasong-20, que se encuentra en desarrollo.
Se cree que el Hwasong-20 podría portar ojivas múltiples. Tal capacidad lo haría más difícil de interceptar y le permitiría atacar varios objetivos de forma simultánea.
La KCNA mencionó por primera vez el desarrollo de misiles de próxima generación Hwasong-20 el lunes de la semana pasada durante la visita de Kim a un instituto especializado en el desarrollo de estos motores.
EFE