Hoy se cumplen 135 días desde la desaparición forzada del periodista y editor Rory Branker, quien fue detenido el pasado 20 de febrero por funcionarios del régimen venezolano sin orden judicial ni información oficial sobre su paradero, cargos o estado físico.
Desde entonces, vivimos en una angustia constante, sin información clara sobre su paradero ni sobre su estado de salud. Las autoridades saben perfectamente que Rory no ha cometido ningún delito, pero seguimos esperando respuestas y acciones concretas.
Exijimos públicamente saber dónde se encuentra, una prueba de vida y garantías sobre su integridad física y psicológica. No descansaremos hasta que se respete su dignidad y se le otorgue la libertad plena que le corresponde.
Reconocimiento nacional e internacional
El caso de Rory Branker ha sido ampliamente denunciado y reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
Organizaciones como la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, la Federación Internacional de Periodistas, y ONG como el Comité por la Libertad de los Presos Políticos, Justicia Encuentro y Perdón y Un Mundo Sin Mordaza han exigido su liberación y denunciado la violación de sus derechos humanos.
Además, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU y la Cruz Roja en Venezuela están al tanto del caso, en el contexto de un patrón represivo documentado en el país.
Violaciones legales
A pesar de los esfuerzos legales de la familia y organizaciones como Foro Penal, el recurso de habeas corpus presentado para exigir la aparición de Rory no fue aceptado y permanece en estatus de “verificando”, sin avance alguno. De igual manera, Tribunales y Fiscalía han negado información y acceso a la justicia, perpetuando la impunidad y el sufrimiento de su familia.
La desaparición forzada de Rory Branker es una grave violación de derechos humanos y un claro abuso de poder, que evidencia el deterioro del Estado de derecho y la persecución contra la prensa libre en Venezuela.
Sus familiares y amigos exigen respuestas, justicia y su inmediata liberación.
Las autoridades no solo callan su paradero, sino que niegan incluso haberlo detenido, a pesar de que el ministro Diosdado Cabello lo acusó públicamente de “extorsión” el 26 de febrero sin presentar pruebas.
La madre de Rory, Cheryl Ann Branker, ha sido incansable en la búsqueda de su hijo, enfrentando la incertidumbre y el dolor ante la falta de respuestas de las autoridades.
Hasta la fecha, el único funcionario que ha hecho referencia pública a Rory ha sido Diosdado Cabello, quien lo mencionó en su programa televisivo, sin ofrecer detalles claros sobre su situación ni paradero.