Hermógenes Lopez, un locuaz senador copeyano y valenciano de la cuarta República, al parecer heredero de próceres, expresó que la política era el lomito de adentro de la vida.
La frase se nos instaló alguna vez en la memoria y viene al pelo hoy por la penetrante extracción de los cuatro de la embajada, que brilla como un vivaz lucero a una semana de la noticia y arde en las entretelas del tirano. Lo carga mudo y loco.
Es un tizón al rojo vivo y en este intenso pasaje del histórico final Castrochavista, se perfila como un tubo de acero que perfora la cueva central de la tiranía. Late y retumba con susurros de bomba mortal. Un niple como decían nuestros azarosos
guerrilleros urbanos de los sesenta. Pero de efectos demoledores en cadena.
La red social y sociopolítica de nuestro periódico de diáspora, enzarzada entre espinas e hilos de información que brilla y se extingue como “caliche” insufrible entre el chismorreo, la investigación y la validación. Y nos brinda este oficio cargado de esperanzas y burlado por los fabricantes de bolas.
En este panal rumoroso, aquí y ahora desde Ojo con eso TV y en nuestro encuentro semanal con La Patilla, descartamos que sea un lánguido bolero, este alboroto que qué se prolonga con hilos de valiosa hamaca margariteña. El hecho tiene raíces profundas y ramas eternas.
Lo que han logrado esta vez María Corina y sus alianzas, no es cháchara ni comiquitas de superhéroes. Es un hueso duro que los está dejando sin dientes mientras sus ladridos se extinguen como maullidos de gatitos recién nacidos.
“Un buen periodista es aquel que sabe hacer preguntas y no tiene miedo de buscar respuestas.» Es un anónimo que hoy nos aviva el ánimo y fortalece el espíritu de búsqueda de la verdad. Mientras el tubazo de la embajada los aturde, moja pañales y llena maletas.
En cualquier caso, aquí seguimos, hurgando y buscamos razones verdaderas y poderosas. Cantos rodados para el trecho que queda hasta el final. Y hoy es MARTES 13 ¡Guillo pillos!
Hay que educar y construir, tallando y puliendo noticias “La prensa no tiene la función de informar, sino de educar a la sociedad.» Dijo Gabriel García Márquez. Y en esto, que Fidel pateó, su amigo Gabo no se equivocó. Entre tizones boleros y tubos crece un tic tac que no es de reloj de arena. Váyanse ya coño!
