Sin dejar de recibir misiles iraníes, Israel intensifica su ofensiva sobre el régimen de los ayatolás golpeando nuevos objetivos, algunos simbólicos, que pretenden estrechar el cerco al país cuyo líder supremo, Ali Jameneí, lleva días evaporado de la esfera pública. Se trata de golpes “sin precedentes”, como los ha calificado el ministro israelí de Defensa, Israel Katz: la cárcel de Evin, donde hay detenidos opositores; el famoso reloj que pretende marcar la supuesta cuenta atrás hacia el final del Estado de Israel; aeropuertos militares o la sede de un cuerpo de la Guardia Revolucionaria. Al mismo tiempo, el Estado judío se plantea dar por cerrada la campaña de ataque sobre la República Islámica puesta en marcha el 13 de junio, según publica el diario The Wall Street Journal citando a algunas fuentes israelíes y árabes. Todo ello si Teherán acepta no seguir atacando, pero la decisión está en manos del líder supremo.
Conflicto árabe-israelíConflictosConflictos armadosConflictos internacionalesFranja GazaguerrahamasIránisraelOriente Próximopalestina