El más reciente informe de Provea, expone una brecha alarmante entre la propaganda oficial y la realidad que viven miles de familias venezolanas en materia de vivienda.
Por: lapatilla.com
Según la Administración de Nicolás Maduro, en 2024 se habrían construido más de 300 mil viviendas bajo el programa «Gran Misión Vivienda Venezuela» (Gmvv).
Pero el informe anual 2024 de la ONG Provea, basado en fuentes oficiales y monitoreo independiente, registra apenas mil 468 viviendas nuevas entregadas en todo el año. Esto representa menos del 0,5% de la cifra anunciada por el chavismo.
“La mayoría de los anuncios oficiales carecen de verificación independiente”, advierte Provea.
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El informe también reveló que el 80% de las entregas se concentraron en solo cinco entidades: Distrito Capital (303 viviendas). Apure (146). Monagas (137). Aragua (133). Miranda (124).
Casas con fallas, sin servicios y sin garantías: la otra cara de la Gmvv
Más allá de la cantidad, Provea cuestiona la calidad de las viviendas entregadas.
De acuerdo con el informe, muchas viviendas carecen de servicios básicos constantes (agua, electricidad, gas), fallas estructurales, y se entregan sin título de propiedad ni seguimiento post-ocupación.
“Una vivienda sin condiciones mínimas no cumple con el estándar de vivienda adecuada que establece el derecho internacional”, explicó Provea.
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Asimismo, denunció la opacidad financiera de la Misión Vivienda, porque según sus datos, no existen datos públicos verificables sobre: Presupuestos asignados. Empresas contratadas. Mecanismos de fiscalización. Y varios contratos multimillonarios siguen sin rendición de cuentas, lo que impide cualquier forma de control ciudadano o institucional.
Entre sus recomendaciones clave, Provea solicitó auditorías independientes al programa Gmvv, construcciones con criterios técnicos y humanos, prioridad a las familias en pobreza extrema y transparencia total en el manejo de los fondos públicos.
El contraste entre el discurso oficial del chavismo, y la dura realidad registrada por Provea, reveló un fracaso estructural en la promesa de garantizar viviendas dignas a los venezolanos.
Lo que se presenta como un logro, en realidad encubre un sistema plagado de falsas cifras, mala calidad y falta de transparencia.
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