
Padre de tres soldados estadounidenses. Jardinero y hombre trabajador sin antecedentes penales con 31 años en Estados Unidos. Para el Gobierno de Donald Trump, sin embargo, el mexicano Narciso Barranco es primero que nada un indocumentado, un pecado original en los tiempos que corren. Barranco fue detenido el fin de semana en la ciudad de Santa Ana por miembros de la Patrulla Fronteriza. Las imágenes de su brutal arresto, en las que se ve a un grupo de agentes armados sometiéndolo a la fuerza y golpeándolo en el suelo, llevan un par de días provocando indignación en las redes sociales. Es una nueva prueba de la violencia que la Administración emplea contra los migrantes sin papeles.
Por El País
Una fuente del consulado mexicano en Los Ángeles ha confirmado a este diario que Narciso Barranco se encuentra en el centro de detención adonde el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) traslada a aquellos que son arrestados en las redadas. Barranco tenía la camisa rota y se quejó de un intenso dolor en el hombro en su entrevista con los diplomáticos mexicanos. Estos comunicaron a las autoridades estadounidenses que el hombre necesitaba atención médica. No está claro que la haya recibido hasta la tarde de este lunes. El Gobierno de México, a través de la Cancillería, también dijo que brindará ayuda legal al detenido.
Barranco, de 48 años y originario de Cuernavaca, Morelos, trabajaba la mañana del sábado pasado en los jardines de una cafetería en la ciudad de Santa Ana, cuando un grupo de agentes enmascarados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza inició un operativo en una tienda Home Depot ubicada a pocos metros del restaurante. Los encapuchados se acercaron a él y le preguntaron si tenía papeles.
Es poco claro lo que siguió a continuación. “Creo que mi padre fue detenido por su aspecto, no le dijeron ni le preguntaron nada”, declaró a la prensa el domingo Alejandro Barranco, el hijo mayor de Narciso. “Únicamente comenzaron a perseguirlo por la calle y él corrió porque se asustó. No sabía quién lo estaba persiguiendo”, agregó. Las imágenes muestran a uno de estos agentes federales rociando gas pimienta al rostro del jardinero, quien corre con una podadora en las manos. Momentos después, varios hombres golpean en la cabeza y en la cara a Barranco, quien está en el suelo.
“Hey, ¿por qué le pegas?“, grita el cliente de la cafetería IHOP de Santa Ana que grabó el video. Este muestra también cómo estos hombres lo suben a la fuerza a una camioneta y vuelven a golpearlo con una porra de metal.
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